Menores llegan a Potosí para incorporarse al trabajo minero

La Defensoría informa que vienen de provincias potosinas y de otros Departamentos.

El inicio de la vacación de fin de año en establecimientos educativos del país está generando un incremento en la cantidad de menores que llegan a trabajar a las minas del Cerro Rico de Potosí y de áreas provinciales.

La representante de la Defensoría del Pueblo en Potosí, Jaqueline Alarcón, dio a conocer que no solo llegan de poblaciones rurales del Departamento de Potosí sino también de otras regiones del país como Chuquisaca, Cochabamba, Santa Cruz y otros.

Durante los operativos de control desarrollados por el personal de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Gobierno Autónomo Municipal de Potosí se evidenció la presencia de menores que abordaban los motorizados que trasladan al personal a las minas del Cerro Rico de Potosí.

Se confirmó que había menores de entre 13 a 17 años que provenían de algunas provincias potosinas, pero también otros están llegando desde otras capitales del país.

Un estudio realizado por le Defensoría del Pueblo en Potosí establece que, entre 30 a 50 menores, trabajan diariamente en las minas del Departamento lo cual se debe al incentivo económico que representan los altos jornales.

Jackeline Alarcón indicó que los menores cobran semanalmente, pero en todo el mes logran ganar entre 6.000 a 8.000 Bolivianos, monto que es muy significativo para los menores muchos de los cuales desarrollan esa labor para cooperar a sus hogares que enfrentan altos niveles de pobreza e insatisfacción de necesidades básicas.

Una menor que trabajó en las minas indicó que el monto que pagan por jornal varía de mina en mina, pero generalmente están cancelando entre 200 a 300 Bolivianos por día pero el monto les entregan cada semana como una forma de garantizar que un menor no trabaje uno o dos días y se vaya.

Ella trabajaba en una mina donde falleció un compañero de 17 años lo cual le llevó a tomar la decisión de volver a su casa en otra región del país porque temía por su vida.

Desde la Defensoría se destacó que en muchos casos los menores llegan a las minas traídos por sus hermanos mayores, padres, tíos u otros familiares.