Concejo acelera la ley para proteger el paisaje vitivinícola de Tarija

Productores vitivinícolas e instituciones de Tarija impulsan una norma que busca proteger el paisaje histórico-cultural del valle central, ante la creciente venta irregular de tierras y el riesgo de perder zonas aptas para la uva.

El valle central de Tarija, conocido por su tradición vitivinícola y por albergar algunos de los cultivos de uva más importantes del país, enfrenta una amenaza creciente, el avance de urbanizaciones y loteamientos que presionan sobre las zonas productivas. Ese riesgo, advertido desde hace varios años por pequeños y grandes productores, empieza finalmente a encontrar una respuesta normativa.

El Concejo Municipal de Tarija confirmó que el proyecto de “Ley de protección y conservación del paisaje histórico cultural vitivinícola del valle central en la cuenca del río Santa Ana” ya fue aprobado por la Comisión de Medio Ambiente y remitido en consulta al Ejecutivo municipal para su revisión técnica y legal.

La concejal Raquel Ramos explicó que la elaboración de esta norma comenzó en la gestión 2023, a solicitud directa de los productores vitivinícolas preocupados por el avance de loteamientos dentro de áreas tradicionalmente destinadas a la producción de vid. “Este trabajo se ha realizado de manera coordinada con ANIV, Anavit, Fautapo, Prometa y pequeños productores”, afirmó la legisladora.

El lunes reciente, la Comisión de Medio Ambiente aprobó el proyecto en grande y en detalle, y ahora el Ejecutivo municipal debe emitir los informes respectivos. Si no existen observaciones, el proyecto regresará al Concejo para su aprobación final y posterior promulgación por el Alcalde.

 

¿Qué busca la nueva ley?

Ramos detalló que la norma establece mecanismos de protección y conservación del paisaje histórico-cultural vitivinícola, especialmente en la cuenca del río Santa Ana, un área reconocida por su productividad y por su peso en la identidad del valle.

La norma contempla proteger a los viñedos de: loteamientos irregulares, asentamientos no autorizados, urbanizaciones dentro de zonas de cultivo, además, incorpora sanciones administrativas, civiles y penales para quienes alteren o dañen el paisaje vitivinícola.

El avance del proyecto de ley no es casual. En los últimos meses, instituciones como la Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT), Anavit y Fedevit han reiterado pedidos urgentes a autoridades nacionales, departamentales y municipales para frenar la venta clandestina de tierras en el valle central.

El presidente de la FEPT, Franz Molina, alertó que miles de hectáreas aptas para la producción de uva, hortalizas, frutales y granos, en los municipios de Cercado y Uriondo, están en riesgo de desaparecer. Según explicó, diversas familias campesinas y algunos viticultores están parcelando áreas de cultivo para vender lotes y ampliar la mancha urbana del valle.