Con unos 108.000 habitantes, Tonga es una de las pequeñas islas del Pacífico que se han convertido en escenario de una intensa competencia geopolítica entre China y las potencias occidentales, principalmente Australia y Estados Unidos, debido a su ubicación estratégica, su peso en votaciones de la ONU y sus recursos minerales submarinos.
Durante el encuentro, realizado en el Gran Palacio del Pueblo, Xi subrayó la solidez de la relación bilateral. “China y Tonga son verdaderos amigos que han estado juntos en las buenas y en las malas”, afirmó el mandatario, quien garantizó que Beijing seguirá respaldando a Tonga en la defensa de su independencia y soberanía, sin importar cómo cambie el panorama internacional.
Xi señaló además la disposición de China a profundizar la cooperación con Tonga en una amplia gama de áreas, incluyendo comercio, inversiones, agricultura, pesca, infraestructura, energías limpias, salud, turismo y respuesta al cambio climático. Las declaraciones fueron difundidas por los medios estatales chinos, que destacaron el interés en alinear estrategias de desarrollo entre ambos países.
La economía tongana está fuertemente marcada por su deuda con China. El 48% de su deuda externa corresponde a préstamos otorgados por el Banco EXIM chino, muchos de ellos vinculados a proyectos de reconstrucción y desarrollo urbano. De hecho, gran parte de los pagos recientes están asociados a un crédito utilizado para reconstruir el distrito comercial central tras los disturbios de 2006, un compromiso financiero que hoy representa dos tercios de sus pagos de deuda.
El endeudamiento se ha convertido en un tema político crucial en Tonga, especialmente de cara al presupuesto 2025. A la vez, su gobierno ha solicitado apoyo a Australia para gestionar una reestructuración con Beijing y ha recurrido tanto a Canberra como a Washington para financiar proyectos de resiliencia climática e infraestructura.
China, por su parte, busca países que puedan presentarse como ejemplos exitosos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, a la cual Tonga se adhirió en 2018. Tonga debe actualmente 112 millones de dólares a China, según datos del Banco Mundial.
En contraparte, Australia ha destinado este año 27,1 millones de dólares australianos (17,49 millones de dólares estadounidenses) en asistencia al desarrollo para Tonga, principalmente orientada a enfrentar el impacto del cambio climático. Estados Unidos, por su parte, comprometió 4,1 millones de dólares en 2014.
El rey Tupou VI agradeció a Xi el apoyo chino en el desarrollo de infraestructura en el país, señalando que dichas inversiones han sido fundamentales para el progreso de la nación insular.