En diálogo con Canal E, el abogado previsional Christian D’Alessandro advirtió que el atraso de pagos del PAMI ya afecta a farmacias de varias provincias y podría comprometer el acceso a medicamentos para jubilados.
Una deuda que crece y un sistema al límite
Consultado por el impacto del atraso de pagos, D’Alessandro fue contundente: “hay un peligro muy latente, muy, muy, muy latente”, al describir el escenario actual. Según explicó, el PAMI acumula cuatro vencimientos impagos, lo que ya genera situaciones críticas en pueblos, provincias y farmacias barriales. La deuda, afirmó, asciende a 200.000 millones de pesos y podría llegar a 400.000 millones la próxima semana.
El entrevistado detalló el circuito económico para entender por qué la situación explotó: la farmacia compra a la droguería y tiene entre 7 y 15 días para pagar; sin embargo, “el PAMI a la farmacia no se lo está pagando hace cuatro vencimientos”, lo que deja a las farmacias sin capacidad de reponer stock. Esto impacta directamente en los jubilados, ya que “los que pagan los platos rotos son los jubilados”, quienes dependen de esa medicación para tratamientos crónicos.
D’Alessandro subrayó que el desabastecimiento ya es un hecho en farmacias pequeñas: “ya no están pudiendo reponer el producto o el medicamento”, alertó.
Qué puede hacer un jubilado y quién debe resolverlo
Al ser consultado sobre qué herramientas tiene el jubilado, el abogado fue claro: “El jubilado mucho no puede hacer”. Señaló que las grandes cadenas aún pueden sostener el stock, pero advirtió sobre un potencial “efecto cascada” si todos intentan adelantarse y comprar antes de un eventual corte.
Recomendó, mientras persista la incertidumbre, “tratar de tener la dispensa de los remedios antes de que pase algo peor”, aunque enfatizó que la solución no está en los usuarios ni en los farmacéuticos: “El que tiene que hacer es el PAMI”.
D’Alessandro fue aún más categórico al explicar el origen del problema: según afirmó, el Ministerio de Economía no libera los fondos, lo que frena los pagos a farmacias y otros prestadores, como odontólogos.
También recordó que, antes del cambio de gobierno, parte de lo recaudado por el impuesto PAÍS estaba destinado a cubrir los medicamentos de los jubilados al 100%. Esa priorización, indicó, cambió: “¿Queremos viajar más barato a Brasil o queremos darle los remedios a los jubilados?”, cuestionó, enfatizando que los beneficiarios ya financiaron durante décadas su propia cobertura.
El abogado cerró con una advertencia contundente sobre la gravedad del momento: “Ya directamente no pueden comprar ninguno”, en referencia a los medicamentos que los jubilados dejan de adquirir por falta de stock y por la incertidumbre que atraviesa la cadena de provisión.