El G7 ratificó su respaldo a Ucrania y denunció el papel del régimen de China como facilitador clave de la guerra rusa

Los ministros de exteriores del grupo también discutieron la crisis en Gaza, el avance nuclear en Irán y Corea del Norte, la seguridad marítima global, la situación humanitaria en Sudán y el impacto de la migración y el crimen organizado en el Caribe y África

Los ministros de Exteriores del G7 —integrado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos— se reunieron en la ciudad canadiense de Niagara Falls, en la provincia de Ontario, para analizar los principales desafíos de la política internacional.

Acompañados por representantes de la Unión Europea y países invitados como Brasil, India, Arabia Saudita, México, Corea del Sur, Sudáfrica y Ucrania, los cancilleres centraron su agenda en la guerra de Rusia contra Ucrania, la creciente tensión con China y las amenazas a la estabilidad global.

El G7 reafirmó su “apoyo inquebrantable” a Ucrania y destacó la obligación de respetar su soberanía y la integridad territorial.

“Las fronteras internacionales no pueden modificarse por la fuerza”, subrayaron los cancilleres en un comunicado conjunto, al tiempo que insistieron en que cualquier alto el fuego debe basarse en la actual línea de contacto.

Los países industrializados también anunciaron el endurecimiento de sanciones y la creación de nuevos mecanismos para frenar la financiación la maquinaria bélica rusa y castigar a los estados o entidades que lo respalden.

El comunicado condenó el apoyo militar que Rusia recibe de Corea del Norte, Irán y especialmente China.

“China es un habilitador decisivo de la guerra rusa”, al suministrar componentes bélicos, tecnología de doble uso y recursos económicos vitales. Tokio, Washington y Bruselas hicieron énfasis en el riesgo que supone ese eje y analizaron medidas adicionales para frenar el flujo de asistencia estratégica a Moscú.

En materia energética, los recientes ataques de Rusia a infraestructura ucraniana suscitaron una condena conjunta del grupo. Los ministros prometieron sostener a Kiev en su defensa ante la destrucción de su red eléctrica y evaluaron opciones para desbloquear recursos financieros rusos congelados en sus jurisdicciones con el objetivo de apoyar la reconstrucción y defensa de Ucrania.

Respecto al conflicto en Gaza, el G7 celebró el cese al fuego y la liberación de rehenes israelíes alcanzados bajo el “Plan Integral” del presidente Donald Trump.

Los ministros enfatizaron la urgencia de mantener canales para la entrega de ayuda humanitaria sin restricciones, apelando a la mediación de Naciones Unidas y la Media Luna Roja. Instaron a todas las partes a asegurar que los pasos futuros conduzcan a la convivencia pacífica y a la estabilidad regional a largo plazo.

El grupo también renovó sus demandas sobre Irán: el cumplimiento estricto del Tratado de No Proliferación Nuclear y el regreso a negociaciones directas con Estados Unidos, con supervisión de Europa. Los cancilleres insistieron en que Teherán debe permitir la inspección completa de todas sus instalaciones nucleares y desescalar las tensiones con sus vecinos y el sistema internacional.

El G7 expresó su “profunda preocupación” por las maniobras peligrosas y el uso de fuerza —como cañones de agua y bloqueo de aerovías— por parte de China en el Mar Meridional. Los ministros recordaron el laudo arbitral del 12 de julio de 2016 que respalda los derechos de navegación y territorio, y pidieron a Beijing cumplir los compromisos internacionales para evitar un deterioro de la estabilidad regional.

Sobre Taiwán, el G7 reiteró el rechazo a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo, “en especial por la fuerza”.

El grupo apoyó la “participación significativa” de la isla en organismos internacionales y llamó al diálogo constructivo entre ambas orillas del estrecho. Los miembros también advirtieron sobre el crecimiento del arsenal nuclear chino y demandaron mayor transparencia y responsabilidad por parte de Beijing.