Chile: éxitos y fracasos del presidente Gabriel Boric

Desde los avances en derechos sociales a los problemas de inseguridad, expertos evalúan aciertos y errores del gobierno del izquierdista Gabriel Boric.

Este domingo Chile elige quién lo sucederá en el cargo.

El mandatario más joven que ha tenido Chile, quien fuera líder del movimiento estudiantil de protesta y, como presidente, nunca ha usado corbata, se apresta a entregar la banda presidencial en marzo próximo, después de cuatro años de gobierno.

Fuera de todo pronóstico, el triunfo de Gabriel Boric en 2021 llevó al izquierdista Frente Amplio por primera vez a la Moneda, el palacio de Gobierno chileno, en una administración que sumó al partido comunista. «Marca un hito importante respecto de la renovación de las élites al interior de la política chilena. Es algo atípico, en el sentido de que nuevos sectores entran a conducir el Estado”, observa Hugo Jofré, presidente de la Asociación Chilena de Ciencia Política (ACCP), en diálogo con DW.

Para Claudio Fuentes, profesor de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales (UDP), es importante considerar respecto de qué se compara la gestión. En relación con su programa de gobierno, «obviamente no lo cumplió. Ganó una elección en un contexto de estallido social, con un proceso constituyente andando y, por lo tanto, la promesa estaba muy cargada a la izquierda”, dice a DW. En su opinión, «es un gobierno con resultados mixtos. Hay aspectos favorables y otros más débiles dentro de su gestión”. Actualmente el apoyo ciudadano bordea el 38 %.

Tuvo un comienzo complicado por el proceso constituyente, pero también por falta de experiencia y por la selección del equipo, lo que «demostró que tratar de culpar a la generación anterior fue un error”, plantea Fuentes. De hecho, «debió incorporar políticos más tradicionales, que vinieron a darle un soporte técnico y administrativo al gobierno”, observa Jofré.

«El Gobierno fue ganando experiencia y fue de menos a más. Supera expectativas, sobre todo en lograr acuerdos. Se planteaba ideológicamente muy a la izquierda, contra el neoliberalismo y, sin embargo, logró acuerdos con los empresarios en pensiones y relaciones laborales”, afirma Fuentes.

El académico destaca que «Boric tuvo la habilidad de ser muy pragmático respecto del cambio de las condiciones políticas. Por una parte, tenía un congreso muy desfavorable. Este es el gobierno con menor apoyo legislativo desde la transición a la democracia. Además, enfrentó la derrota del proceso constituyente. Desde esa perspectiva, el principal logro fue su capacidad de entender el contexto político, adaptarse y cambiar su agenda de gobierno”.

«Demostró capacidad para leer el contexto y tomar decisiones en función de mantener la lealtad de su sector, la izquierda más tradicional. Se hace cargo de sectores que estaban un poco postergados en términos de representación política”, postula Jofré, quien es doctorando en la Universidad de Rostock, Alemania.

«Uno de los grandes éxitos de este gobierno, que ha podido llevar adelante con el Congreso, es que se avanzó mucho en derechos sociales”, dice a DW Carolina Guerrero, investigadora asociada al  Instituto de Estudios Latinoamericanos GIGA, con sede en Hamburgo. Al respecto, destaca la reforma de pensiones. Catalogada por el gobierno como «el avance más importante en materia previsional de las últimas décadas”, incorpora una serie de medidas para mejorar las jubilaciones y crea un nuevo seguro social. «Pese a lo conservadora de esa reforma, sí logró un acuerdo y va a ser muy significativa”, estima Fuentes.

Asimismo, un importante avance es la ley que reduce de manera gradual la jornada de trabajo, de 45 a 40 horas semanales. En opinión de Jofré, estos son los dos principales hitos de la gestión del presidente Boric, y «se traducen en quién es la candidata de la coalición de gobierno”, dice sobre la exministra del Trabajo Jeannette Jara, carta del oficialismo en la elección este 16 de noviembre.

 

Derechos humanos y postura ante conflictos internacionales

«Los derechos humanos también han sido parte importante del sello del gobierno del presidente Boric”, destaca Guerrero. La doctora en Ciencia Política de la Universidad de Hamburgo menciona el Plan Nacional de Búsqueda: por primera vez, el Estado se hace cargo de dar con el paradero de más de mil detenidos desaparecidos durante el régimen de Pinochet.

El mandatario también dispuso el fin de ciertos privilegios en Punta Peuco, la cárcel creada en 1995 para violadores de los derechos humanos durante la dictadura, que ahora recibirá también a reos comunes. Asimismo, decretó la expropiación de parte de la ex Colonia Dignidad, el asentamiento alemán en Chile, escenario de atroces crímenes y núcleo de colaboración de la represión durante la dictadura. En el lugar se levantará un sitio de memoria y centro de documentación.

Ante el caso de las adopciones ilegales en el extranjero durante la dictadura, que podrían ascender a más de 20.000, el gobierno anunció investigaciones, y se promulgó una nueva ley que perfecciona el sistema y busca prevenir obtenciones irregulares de niños.

A nivel internacional, señala la investigadora del GIGA, Boric «fue uno de los primeros mandatarios que, siendo de izquierda, condenó el gobierno de Maduro, lo que es bastante rescatable en la región”. Lo mismo hizo con la agresión de Rusia a Ucrania, los ataques de Hamás a Israel, y acusó de genocidio al Gobierno de Netanyahu por sus ataques contra el pueblo palestino en Gaza.

El hecho de gobernar sin tener mayoría en el Congreso obligó al Gobierno a negociar con la oposición. Así logró acuerdos, pero otras promesas, como la reforma tributaria, no fueron posibles. «Era parte esencial del programa, si quería financiar políticas sociales. Pero la realidad política, con una oposición muy férrea de la derecha, lo llevó a fracasar en ese intento”, sostiene Fuentes.

 

El fallido proceso constitucional fue una de las mayores cargas. Tras dos intentos, la ciudadanía no aprobó las propuestas y la Constitución promulgada en dictadura sigue vigente. «El presidente Boric hizo una apuesta arriesgada, que fue vincular parte de su programa de gobierno y su gestión al plebiscito constitucional”, observa Jofré.

 

En opinión de Guerrero, «le jugó bastante en contra para implementar su programa el tener un proceso constitucional abierto. La agenda política estaba más en las reformas que se querían hacer en la nueva constitución”.

 

Demanda ciudadana ante la inseguridad

La inmigración irregular sigue siendo una preocupación ciudadana, si bien muestra una tendencia a la baja después de su máximo nivel en 2022. Y por sobre todo, la inseguridad encabeza las críticas opositoras, especialmente en este período de campaña. Aunque Chile registra menores tasas de homicidio que la mayoría de los países latinoamericanos, han aumentado la violencia y los asesinatos relacionados con el tráfico de drogas y la llegada de grupos criminales extranjeros y, con ello, la sensación de inseguridad.

 

«El presidente Boric creó el Ministerio de Seguridad, pero todavía no ha dado frutos tan claros, porque estas son medidas a largo plazo”, sostiene Guerrero, quien además apunta a la responsabilidad de los medios de comunicación en que «la percepción de la delincuencia sea mucho mayor de lo que son los delitos reales”.

 

Imagen de archivo de agentes de la Policía Criminal de Chile en Osorno.Imagen de archivo de agentes de la Policía Criminal de Chile en Osorno.

Operativo de la Policía Criminal de Chile (PDI) en Osorno. (Archivo).Imagen: Fernando Lavoz/NurPhoto/picture alliance

Junto con el nuevo ministerio, el aumento significativo del presupuesto en temas de seguridad y la creación de la unidad ECOH (Equipos Contra el Crimen Organizado y Homicidios) se ha avanzado en mayor presencia policial, operativos y eficiencia en la investigación, destaca Fuentes. El académico de la UDP observa que la tasa de homicidios, que estaba en alza, se estabilizó y muestra una leve baja.

No obstante, «todo ese avance, que puede ser pequeño todavía, no se traduce en reducciones de niveles de temor. En términos comparados, Chile es el país con más temor en el mundo. Hay un desafío muy importante, de continuar con las políticas, sobre todo en materia de delitos violentos, con armas de fuego, secuestro y extorsiones, que han aumentado mucho en los últimos cinco años”.

«Que la inseguridad sea la principal preocupación de la ciudadanía da cuenta de que el Gobierno no tuvo la capacidad de hacerse cargo de este problema. Hay un surgimiento de casos a los que no estábamos acostumbrados, de personas asesinadas o cadáveres calcinados. Esto genera una reacción que a veces no se condice con los datos, pero debiese mandatar al gobierno a tomar medidas más drásticas”, subraya Jofré.