La iniciativa surge en medio de una nueva escalada diplomática con Estados Unidos, que en las últimas semanas reforzó su presencia militar en el Caribe, incrementando la percepción de amenaza en Caracas.
Durante su programa televisivo Con Maduro +, el mandatario afirmó que la presión internacional encabezada por Washington “forma parte de un intento por forzar un cambio de régimen”. Según Maduro, los ejercicios navales estadounidenses no responden a fines antinarcóticos —como sostiene la Casa Blanca— sino a una estrategia de “intimidación geopolítica” destinada a debilitar su gobierno.
Maduro aseguró que su comunicación con el Papa busca activar la diplomacia vaticana como canal de mediación ante la creciente tensión. “He pedido al Santo Padre que intervenga para preservar la paz”, expresó, al destacar la continuidad del trabajo del Papa León XIV “en favor de la paz mundial y del diálogo entre los pueblos”.
El presidente venezolano recordó la participación del Vaticano en procesos previos de diálogo político y subrayó la “postura equilibrada” de la Santa Sede frente a los conflictos internacionales. También mencionó el rescate de 45 niños venezolanos que, según afirmó, habían sido “secuestrados por autoridades estadounidenses”, y señaló que otros 70 permanecen bajo esa situación. Dijo que el caso ejemplifica el rol humanitario de la Iglesia en defensa de los derechos de los más vulnerables.
Nicolás Maduro busca resistir la presión militar de Estados Unidos aumentando el número de las milicias populares / ZURIMAR CAMPOS / Venezuelan Presidency / AFP)
En su mensaje, Maduro vinculó además el pedido al Vaticano con la inminente canonización del médico José Gregorio Hernández, prevista para el 19 de octubre. Consideró que el evento, de alto valor simbólico, ocurre en un contexto donde “la mayor potencia militar del mundo amenaza la soberanía de Venezuela”.