Venezuela aprueba un “tratado de asociación estratégica” con Rusia en plena crisis militar con Estados Unidos

En medio de una escalada en las tensiones militares con Estados Unidos, la Asamblea Nacional de Venezuela —controlada por el oficialismo— aprobó hoy en primera discusión la “Ley Aprobatoria del Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación” con Rusia.

El nuevo acuerdo será la base legal para ampliar la cooperación bilateral no solo en materia económica y política, sino también militar, un ámbito en el que los vínculos entre Caracas y Moscú ya han sido visibles.

El tratado busca institucionalizar una cooperación más profunda con Rusia, país con el que Venezuela ya mantiene cooperación militar, como lo demuestra la operación de una fábrica bajo licencia para la producción del fusil AK-103 Kaláshnikov.

La medida se da en un momento de fuerte confrontación con Washington: EE. UU. ha destruido tres embarcaciones provenientes de costas venezolanas y acusa al presidente Nicolás Maduro de liderar supuestamente un cártel de drogas. Caracas rechaza esas acusaciones y afirma que se pretende justificar una intervención o cambio de régimen.

El País

Como parte del despliegue político y militar, el gobierno venezolano difundió imágenes de cazas rusos Sukhoi Su-30 equipados con misiles antibuque, además de movilizar 2.500 efectivos de élite de la Fuerza Armada, junto con material bélico naval, hacia la isla de la Orchila, donde se desarrollarán ejercicios militares de alerta bajo el nombre “Caribe Soberano 200”.

En respuesta al supuesto riesgo de agresión extranjera, el oficialismo ha impulsado la creación del “Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz”, donde participan civiles alineados con el régimen, empresarios, sindicatos, universidades y otros actores políticos tolerados. El discurso oficial advierte que “una agresión a Venezuela” podría desencadenar una defensa armada de “resistencia permanente prolongada”.

Relaciones internacionales alteradas: Este tratado podría agravar la confrontación diplomática y militar con EE. UU., que considera a Maduro un actor involucrado en el narcotráfico y ha expresado su desaprobación del régimen chavista.

Dependencia estratégica de Rusia: La profundización de la cooperación militar y tecnológica con Rusia puede llevar a Venezuela a aumentar su dependencia del Kremlin tanto para equipamiento como para asistencia estratégica.

Riesgos internos: El discurso de unidad y defensa nacional puede servir para consolidar apoyos dentro del chavismo, pero también incrementar tensiones con sectores opositores, que podrían ser acusados de actuar como “enemigos internos” en caso de conflicto.

Escalada militar en el Caribe: Los ejercicios en Orchila y la exhibición de poder militar sugieren que Venezuela se prepara para posibles escenarios de confrontación marítima o aérea, lo que podría incrementar el riesgo de incidentes con Estados Unidos según la zona y la interpretación del derecho internacional.

El tratado se encuentra ahora en etapa de primera discusión en la Asamblea Nacional; su aprobación definitiva dependerá de sucesivas sesiones legislativas. La reacción internacional, especialmente de EE. UU., así como los controles internos del poder militar y político en Venezuela, marcarán los pasos siguientes.