Talleres de Perico volvió a demostrar carácter y personalidad en una noche cargada de tensión y emociones fuertes. En el estadio Emilio Fabrizzi, el “Expreso” empató 1 a 1 frente a Altos Hornos Zapla y, gracias al triunfo 2-1 obtenido en el partido de ida, consiguió la clasificación a la próxima ronda del Torneo Regional Federal Amateur, dejando en el camino a su clásico rival en su propia casa.
La historia terminó de inclinarse a favor del conjunto periqueño cuando apareció Matías “Pulga” Ruiz, autor del único tanto de Talleres en la noche de Palpalá. El delantero, nacido justamente en esa ciudad, marcó el gol del empate que silenció al Emilio Fabrizzi y terminó siendo decisivo para sellar la eliminación de Zapla. Ese 1-1 fue suficiente para que el “Expreso” celebre una clasificación tan valiosa como significativa.
Tras el partido, el protagonista de la noche utilizó sus redes sociales para expresar un descargo cargado de sentimiento y crudeza, luego de recibir críticas por convertirle un gol al club de su ciudad natal. A través de su cuenta de Facebook, Ruiz fue contundente:
“¿Me tratan de traidor? De lo que quieran. Jamás en mi vida traicioné a nadie. Yo y mi familia estamos conscientes que desde el día que me cerraron la puerta injustamente de un lado, Talleres fue el único que se fijó en mí y me impulsó a luchar por mis sueños”, escribió el atacante.
En el mismo mensaje, el “Pulga” profundizó su postura y dejó en claro su recorrido futbolístico, señalando que lleva siete años jugando al fútbol, incluso con experiencia internacional, sin haber recibido reconocimiento en su ciudad. “Aparte de mi mamá no le debo nada a nadie, menos a mi ciudad… pero esto es así, lo dice la Biblia: ‘Nadie es profeta en su propia tierra’ (Mateo 13:57)”, cerró, en un posteo que rápidamente generó repercusión.
El “Expreso” sigue en carrera y alimenta su ilusión en el Regional Amateur, sabiendo que este triunfo en Palpalá no solo significa una clasificación, sino también un envión anímico clave para lo que viene. Mientras tanto, la figura de Matías Ruiz quedó en el centro de la escena, protagonista dentro y fuera de la cancha, en una noche que quedará grabada en la historia reciente de este clásico jujeño.