La aerolínea estatal de Bolivia, Boliviana de Aviación (BoA), opera con solo la mitad de su flota, según reveló este martes el nuevo gerente general de la entidad, Juan José Galvarro.
De las 20 aeronaves que tiene la aerolínea, solo diez están operando actualmente, lo que explica los frecuentes retrasos, reprogramaciones y cancelaciones de vuelos en rutas nacionales e internacionales. Según Galvarro, la cantidad mínima de aviones para cumplir con los vuelos programados es de 13.
En paralelo, BoA reportó que entre enero y octubre de 2025 acumula un déficit de 215 millones de bolivianos, y arrastra una deuda de 37 millones de dólares con arrendadores y talleres de mantenimiento
Ese contexto —definido por la falta de mantenimiento, carencia de repuestos y una reducción efectiva de aviones disponibles— ha generado críticas de usuarios y sectores privados, que cuestionan la capacidad de la aerolínea para ofrecer un servicio confiable y competitivo, además de activar pedidos para implementar una política de “cielos abiertos”.
Si bien Galvarro descartó que la empresa vaya a ser privatizada, el ministro de Obras Públicas, Mauricio Zamora, señaló que no se descarta una alianza público-privada para estabilizar la empresa.
Según Zamora, hay inversionistas y empresas interesados en BoA en Argentina y Brasil, con quienes aseguró que ya hubo negociaciones. “La idea es que el país mantenga la mayoría, lo que está claro es que necesitamos un manejo privado porque ellos cuidarán a detalle el centavo. Estamos escuchando propuestas, lo bueno es que hay interés”, señaló en una entrevista radial.
Como parte de la respuesta a la crisis operativa en el corto plazo, BoA puso en marcha un plan de contingencia orientado a estabilizar la programación de vuelos y mejorar la eficiencia del servicio en el corto plazo. “Hemos presentado un plan de activación inmediato, pero significa que debo conseguir 270 millones de bolivianos para que tengamos los 13 o 14 aviones para diciembre, que es época alta”, afirmó el ministro.