Los nacidos en nuestro país representan la quinta fuerza laboral entre esos migrantes: se trata de casi 70.000 empleados que hacen sus aportes en el país.
Se cumplen dos años desde la última reelección de Pedro Sánchez y, para celebrarlo, el presidente difundió, a través de sus redes sociales, un video con algunos de los logros de su gobierno. “España tiene hoy más de 22 millones de personas ocupadas”, dice Sánchez en el spot, sonriendo. Esa cifra, que representa cerca del 44 por ciento del total de habitantes del país, incluye un dato novedoso que el video del presidente pasó por alto: los latinoamericanos incorporados al mercado laboral español son el doble de los que trabajaban en blanco en 2019 y ya superan el millón.
Los argentinos representan la quinta fuerza laboral entre esos latinoamericanos: se trata de casi 70.000 empleados que hacen sus aportes en España, ya sea porque trabajan en relación de dependencia o como autónomos, es decir, monotributistas.
La lista la encabezan Colombia, Venezuela, Perú y Ecuador.
Sin embargo, según cifras oficiales de la Seguridad Social española, si se compara a qué se dedican los extranjeros latinoamericanos de cada país, Argentina lidera en rubros como la educación, las actividades científicas y técnicas, el comercio, la informática y las comunicaciones y las actividades artísticas.
La argentina Agustina Mirowski llegó a España muy ilusionada en 2017. Había conocido en Buenos Aires a un canadiense que vivía en Barcelona y no aguantó la tentación de mudarse con él.
Dejó entonces a los suyos en Monte Grande, cerca de Ezeiza, y a los amigos que cosechó mientras estudiaba Administración en la UBA y el posgrado en Marketing que cursó luego en la UCA.
En Barcelona sumó un máster en Recursos Humanos y comenzó a trabajar en la escuela de negocios IESE Business School.
“En Career Services, organizaba eventos para los estudiantes y trataba de ayudarlos a que encuentren un lugar en el mercado laboral”, cuenta Agustina a Clarín en Madrid.
Porque luego de una temporada en Canadá, en 2021 -“No me adapté”, confesará ella-, la pareja decidió regresar a España, pero a la conquista de una ciudad en la que ninguno de los dos hubiera hecho pie: Madrid.
Hoy viven en el barrio de Salamanca, cerca del parque de El Retiro y son papás de dos nenes, de 3 años y 17 meses.
A los 38, Agustina trabaja en Recursos Humanos de Amazon aunque en estos días está de licencia por maternidad, un permiso flexible que ella puede adaptar a sus necesidades familiares.
Agustina Mirowski (38) es de Monte Grande, provincia de Buenos Aires, y trabaja en Recursos Humanos de Amazon en Madrid. Foto: Cézaro De LucaAgustina Mirowski (38) es de Monte Grande, provincia de Buenos Aires, y trabaja en Recursos Humanos de Amazon en Madrid. Foto: Cézaro De Luca
“En Barcelona me costó conseguir trabajo porque, por más que tenía experiencia de Buenos Aires, no tenía el currículum armado con las palabras que los españoles están acostumbrados a usar -recuerda-. Por ejemplo, figuraba que yo había sido ‘analista de Recursos Humanos’ y ellos no sabían lo que era un analista”.
En Buenos Aires había trabajado en la multinacional energética ExxonMobil. “En Recursos Humanos, pero en Administración de Beneficios -dice-. Trabajaba para Canadá y hacía muchas cosas administrativas respecto a los beneficios que tenían los empleados de cada provincia, les respondía a dudas y también calculaba impuestos”.
¿Y por qué será que a una buena tajada de argentinos le va bien cuando cruza la frontera?
Para Agustina, “el caos económico nos da mucha experiencia de la que no estamos aware (no somos conscientes). Sabemos resolver problemas de forma creativa, somos rápidos y eso sorprende. Me parece que es algo en lo que nos destacamos”.
Los argentinos prefieren Barcelona
Los latinoamericanos se convirtieron en el segundo grupo de trabajadores extranjeros en España, detrás de los europeos.
El diario El País les dedicó un artículo donde señala que los argentinos son los únicos, entre las cinco principales nacionalidades de América Latina que se sumaron formalmente al mercado laboral español, que no viven mayoritariamente en Madrid sino en Barcelona.
Andalucía es otro de los destinos preferidos por los argentinos.
Martín Tabares, 36 años, ex vecino del conurbano bonaerense -de Lanús, para ser más precisos-, paga su monotributo a la Seguridad Social española. “Estoy como autónomo acá en España, trabajando como gerente comercial de cuatro países para una editorial de libros de inglés”, cuenta Martín a Clarín desde Málaga, donde vive.
Desde Málaga, el argentino Martín Tabares (36) coordina cuatro países latinoamericanos para un editorial de libros en inglés.Desde Málaga, el argentino Martín Tabares (36) coordina cuatro países latinoamericanos para un editorial de libros en inglés.
Solo, llegó a España en 2022: “La plataforma de libros digitales de Madrid para la que trabajo me facilitó la visa”, aclara.
En Argentina, se había licenciado en Relaciones Públicas en la UADE y había cursado un MBA (máster en gestión empresarial) en la Universidad de San Andrés.
“Pero de base soy profesor de inglés”, subraya. Es, además, “examinador oral” de Cambridge, es decir, que toma los exámenes orales en inglés a quienes aspiran a lograr un nivel reconocido por esa institución. “Lo sigo haciendo en España porque con tu número de examinador oral, podés tomar en cualquier parte del mundo”, comenta.
Fundó, además, su propia consultora de marketing y comunicación que, aunque con base en Argentina, cuenta con cartera de clientes en España. “Hacemos comunicación, gestión de marca, branding, redes sociales”, enumera.
“Yo tributo justamente acá en la Seguridad Social por los dos rubros, por la parte de educación, por la editorial, y por la parte de comunicación”, aclara.
“Hice un curso de marketing en una universidad de España que fue parte de un posgrado, que estuvo bien, pero que no tiene, a mi juicio, la demanda que tiene un MBA o una carrera en Argentina -dice Martín-. En ese sentido, veo que los argentinos venimos muy bien formados”.
“Además, lo veo con colegas argentinos, que somos de trabajar. A nadie se le ocurre esto de decir: ‘A las tres (de la tarde) corto un viernes’, como ocurre en España, porque eso no existe en Argentina”, asegura.
Fuga de cerebros
“Yo no tenía pasaporte europeo, así que me vine con una visa de estudio para hacer un máster de Marketing Digital y Comunicación en 2021 y esa visa me permitía acceder a lo que le dicen acá prácticas, que en Argentina son pasantías”, cuenta Felicitas Buenaventura a Clarín.
Nació hace 30 años en 25 de Mayo, una localidad de la provincia de Buenos Aires a dos hora de la Capital, y hoy es vecina del barrio madrileño de Chamberí.
“En Argentina empecé a trabajar a los 21 y en España tuve que volver a empezar con 25. Fui empalmando visados que me iban permitiendo acceder a distintos tipos de contratos de trabajo”, recuerda Felicitas.
“Fue un trabajo arduo de cuatro años de no tirar la toalla y también conseguir en el mercado laboral quien quisiera renovarme la visa -subraya-. Eso también habla bien de nosotros, los argentinos, que somos muy trabajadores y muy responsables.”