Farmacias de barrio ya suspenden la atención a afiliados, mientras el organismo niega demoras y la industria farmacéutica admite que debió cubrir pagos para evitar un colapso antes de las elecciones.
El PAMI atraviesa una crisis profunda en su cadena de pagos y acumula una deuda que ronda los $400.000 millones con farmacias de todo el país. Según fuentes del sector, la obra social lleva entre 45 y 60 días de retraso, una situación que pone en jaque especialmente a las farmacias independientes, que no logran reponer stock y, en algunos casos, directamente dejan de atender recetas de afiliados. La última boleta cobrada corresponde a la primera semana de septiembre y, según confirmaron actores del sistema, fue cubierta por los laboratorios nucleados en CILFA ante la falta de fondos del organismo.
Según detalló Letra P, desde el PAMI negaron demoras, pero referentes del sector describen un escenario crítico. “Hace 18 meses que el PAMI fue retrasando sus pagos paulatinamente… ahora nos debe dos pagos: unos $400 mil millones”, señaló una fuente nacional. En provincias como Misiones, Córdoba y Entre Ríos el impacto es más severo, mientras que Santa Fe reclama una deuda de más de mil millones. En Córdoba, el Colegio de Farmacéuticos advirtió un “colapso inminente” para las farmacias de barrio y estimó un atraso de $15.000 millones solo en esa jurisdicción.
La presión también llega desde las droguerías, que reciben notas de crédito como parte de pago pero con procesos cada vez más lentos. “Pusimos plata de nuestro bolsillo para cubrir la ausencia del PAMI. Tengo el valor de dos departamentos en deuda”, contó una farmacéutica que mostró cuatro quincenas vencidas. El sector coincide en que el circuito está “descalzado” y que la reposición de medicamentos se volvió insostenible sin un flujo regular de pagos.
En Buenos Aires —donde operan más de 4.500 farmacias— el panorama inquieta, aunque las autoridades del Colegio de Farmacéuticos evitaron pronunciarse públicamente en medio de la campaña interna rumbo a las elecciones de COFA. “No quieren armar quilombo antes de las elecciones, pero los viejos se van a quedar sin medicamentos”, reconoció una fuente del sector bonaerense, donde el convenio con PAMI representa la mayor parte de la facturación.