Productora de televisión, corresponsal y periodista galardonada con el premio Emmy. Es argentina, pero vive en Nueva York desde 2011, cuando se mudó a esta ciudad para estudiar un Máster en Relaciones Internacionales y Periodismo en NYU.
Desde Nueva York, Estados Unidos — En la primera gran elección de la nueva era Trump, los demócratas tuvieron anoche una victoria abrumadora. En Nueva Jersey, en Virginia, en California y en la ciudad de Nueva York, el mapa electoral se tiñó de azul mucho antes de la medianoche. Aunque se trataba de estados tradicionalmente demócratas, el margen y la velocidad de los resultados sorprendieron incluso a los más cautos del partido. Las llamadas off-year elections, en las que no se elige presidente ni Congreso, funcionaron como un termómetro político: un año después del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, los votantes dieron su primer veredicto, y fue contundente.
En Virginia, la excongresista Abigail Spanberger hizo historia al convertirse en la primera mujer gobernadora del estado, con una victoria clara sobre el republicano Jason Miyares. En Nueva Jersey, la también exlegisladora Mikie Sherrill ganó la gobernación por amplio margen, sucediendo al demócrata Phil Murphy y manteniendo el control del partido en el estado. En California, una medida para redibujar cinco distritos electorales fue aprobada de forma abrumadora, mientras que en Pensilvania los jueces liberales de la Corte Suprema estatal fueron retenidos, preservando la mayoría progresista del tribunal. Todo sumó a un cuadro de optimismo generalizado: una noche de resultados sólidos para los demócratas en todos los niveles.
Pero el rostro más visible de la jornada fue el de Zohran Mamdani, el asambleísta que hizo historia al ser elegido primer alcalde musulmán de Nueva York. Nacido en Kampala, Uganda, en 1991, de padres indios, Mamdani emigró a Nueva York a los siete años. Estudió Estudios Africanos en Bowdoin College y llegó a la política desde el activismo comunitario en vivienda y transporte. En 2021 fue elegido para la Asamblea estatal por el distrito de Queens y desde allí construyó una base progresista que lo impulsó al City Hall.
Su programa rompe con los moldes del establishment neoyorquino: propone transporte público gratuito, congelamiento de alquileres, mayores impuestos a los millonarios, la creación de supermercados públicos gestionados por la ciudad y cuidado infantil gratuito para todos los menores de cinco años. Durante la campaña, Mamdani fue blanco de duros ataques de Donald Trump, quien lo calificó de “comunista”. En un gesto inédito, el expresidente respaldó públicamente al demócrata moderado Andrew Cuomo —y no al candidato republicano— porque consideraba que era el único con chances reales de frenar a Mamdani. Trump llegó a decir que prefería “apoyar a un mal demócrata antes que a un comunista” e incluso advirtió que, si ganaba el asambleísta, su gobierno retiraría fondos federales a la ciudad de Nueva York.
La respuesta de Mamdani llegó anoche, en su discurso de victoria: “Donald Trump, sé que estás mirando. Tengo cuatro palabras para vos: Turn the volume up” (Sube el volumen).
Con más del 50% de los votos, su triunfo fue interpretado como un mandato claro. En la capital financiera del mundo, símbolo del capitalismo global, la mayoría optó por un alcalde de izquierda decidido a poner la desigualdad urbana en el centro de la agenda. Su victoria confirma el giro progresista de una parte del Partido Demócrata y reabre una pregunta que resonará hasta 2026: ¿apostará el partido por una visión más moderada o se animará a subir el volumen de su transformación?