Boric refuerza el norte de Chile para frenar la inmigración irregular

El mandatario dio inicio a las dos nuevas fases del Sistema Integrado de Fronteras, iniciativa lanzada en 2023

El presidente chileno, Gabriel Boric, se trasladó este miércoles a la localidad de Colchane, cerca de la frontera con Bolivia, para poner en marcha las etapas II y III del Sistema Integrado de Fronteras (Sifron), el plan chileno destinado a reforzar la seguridad fronteriza del Chile mediante tecnología de vigilancia avanzada.

El mandatario recorrió la región desértica junto a oficiales militares, inspeccionando el equipo y observando las operaciones. Las nuevas fases del Sifron se centran en la vigilancia tecnológica y el control aéreo, incluyendo el despliegue de drones, cámaras móviles y puestos de observación fronteriza.

La iniciativa, puesta en marcha en 2023, abarca cinco fases y cubre las regiones septentrionales de Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. Incluye inversiones de más de 13 millones de dólares en movilidad, vigilancia, mando y control, e infraestructura para el personal militar.

De acuerdo al Servicio Nacional de Migraciones y el Instituto de Estadísticas, los migrantes representan casi un 10% de la población de Chile de los cuales el 17% ha ingresado al país de forma irregular.

El presidente Boric destacó que el objetivo principal del Sifron no es solo contener los flujos migratorios irregulares, sino también garantizar un tránsito seguro y ordenado para quienes buscan ingresar legalmente al país. En sus declaraciones, remarcó la necesidad de equilibrar el control fronterizo con el respeto a los derechos humanos, una tensión constante en la política migratoria chilena de los últimos años. “Queremos fronteras seguras, pero también humanas”, señaló el mandatario durante su visita a la zona.

El aumento de la migración irregular en el norte chileno ha generado preocupación en las comunidades locales, especialmente en Colchane e Iquique, donde los recursos municipales se han visto desbordados. Autoridades regionales han pedido al gobierno mayor apoyo en materia de salud, vivienda y seguridad, ante la creciente presión sobre los servicios públicos. Según estimaciones oficiales, miles de personas, en su mayoría provenientes de Venezuela y Bolivia, cruzan cada año por pasos no habilitados en busca de mejores oportunidades.

El fortalecimiento del control fronterizo en Chile se enmarca en una tendencia regional más amplia. Países como Perú y Argentina también han reforzado sus límites norteños con medidas tecnológicas y operativos conjuntos, ante el incremento del tránsito irregular en la zona andina. Expertos en relaciones internacionales señalan que este tipo de estrategias requieren además cooperación diplomática y políticas de integración, ya que el fenómeno migratorio responde a causas estructurales que trascienden las fronteras nacionales.