La OTAN adquiere un nuevo arma: un láser capaz de derribar 20 drones por minuto

Bautizado como “Apolo”, revoluciona los métodos de defensa aérea, pero sobre todo sorprende por su coste: ¡menos de diez céntimos el disparo!

Un láser letal y devastador arrasando cualquier tipo de cuerpo físico hasta ahora era algo que asiduamente se veía en películas de ciencia ficción o ultra futuristas. Pues ese anhelo imaginario parece que ya no existirá, por lo menos, en solitario en la pequeña y gran pantalla.

Y es que la OTAN ha adquirido el “Apolo”, un sistema de defensa aérea desarrollado por la australiana Electro Optic Systems (EOS) que realiza mediante un láser de 100 kilovatios un disparo que es capaz de derribar hasta 20 drones por minuto, según informa Computer Hoy. Y que tiene un precio irrisorio: menos de diez céntimos por tiro, algo que lo vuelve altamente competitivo frente a los misiles tradiciones, y costosos, que se utilizan para combatir a enjambres de aeronaves no tripuladas.

Y es que la necesidad de defenderse efectivamente frente a hordas de estos dispositivos se ha vuelto imperante desde hace años. Existen reportes de la guerra de Ucrania en las que se registran ataques por parte del ejército ruso de más de 800 drones y señuelos coordinados y simultáneos. Además, esta amenaza no se limita solo a la capacidad de combate. Estos drones, construidos con materiales tan rudimentarios como poliestireno y madera, son también excesivamente baratos. Este aspecto ha impulsado a gobiernos europeos y a la industria de defensa a acelerar el despliegue de sistemas de energía dirigida.

El paquete completo de “Apollo”, que incluye mantenimiento, formación y componentes asociados, se sitúa en torno a los 83 millones de dólares. La primera entrega a la OTAN está prevista para 2028. Andreas Schwer, CEO de EOS, ha señalado en un comunicado que los conflictos en Ucrania y Gaza han sido determinantes para acelerar su comercialización. “Ya no se puede seguir invirtiendo años en pruebas y demostraciones; la industria debe ofrecer soluciones listas para el campo de batalla”, vaticinó.

Entre las principales virtudes del sistema láser destacan su bajo coste operativo, la velocidad de respuesta y la capacidad de interceptar múltiples objetivos en tiempo real. Sin embargo, su eficacia se ve condicionada por factores meteorológicos como la lluvia o la niebla, además de un alcance limitado —entre 1,6 y 4,8 kilómetros— que reduce su efectividad contra amenazas de mayor envergadura, como misiles balísticos o aviones convencionales.

Por ello, los expertos coinciden en que el láser no reemplazará a otros sistemas de defensa aérea, sino que funcionará como complemento indispensable para frenar ataques masivos con drones de bajo coste. Pero a pesar de esto, su inversión sigue siendo continua. Según Computer Hoy, el Pentágono destina alrededor de 1.000 millones de dólares anuales a la investigación de armas de energía dirigida, mientras que Israel prevé la entrada en servicio de su propio sistema láser, el Iron Beam, durante 2025.

De momento, la Alianza observa de cerca estos desarrollos, con resiliencia y adaptación para el nuevo escenario bélico del futuro. Pero eso sí, por ahora, ya está en vigor el “Apollo”, un puntero láser destructor, económico y que pone la primera piedra en el camino.