Además señalan que las instituciones públicas adeudan pagos desde febrero
El costo de los materiales de construcción se ha disparado en los últimos meses, alcanzando incrementos de hasta el 200%. La Cámara Departamental de la Construcción (Cadeco) advierte que la situación no solo afecta a insumos importados, sino también a los de producción nacional, poniendo en riesgo la sostenibilidad de las empresas del rubro.
El presidente de Cadeco, Rolando Surriable, señaló que esta crisis ya fue reconocida por la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), que también se declaró en emergencia y advirtió sobre un posible “colapso” del sector.
“La situación económica de las empresas es insostenible por esta situación que está rebasando todas nuestras posibilidades de continuar trabajando en estas condiciones y que no podemos hacer los reajustes de precios adecuados, debido a que el aparato gubernamental a través de sus ejecutivos de economía y finanzas no permiten una agilidad en el reajuste de precios adecuados para nuestras obras”, indicó.
Surrable admitió que existe una deuda del Estado con las empresas, aunque no precisó el monto. Sin embargo, indicó que muchas constructoras arrastran retrasos de hasta seis meses en los pagos por obras ya concluidas. “Planillas de febrero hasta la fecha no han podido ser cobradas, tanto en gobiernos subnacionales como en el nivel central”, denunció.
En cuanto al detalle del alza, explicó que los materiales importados han duplicado su costo, mientras que los de producción nacional subieron en promedio un 50%. Esta situación deja a numerosos proyectos totalmente desfasados en relación con el presupuesto inicial con el que fueron adjudicados.
Actualmente, el 80% de las empresas afiliadas a Cadeco trabaja en otros departamentos, mientras que apenas un 20% se mantiene en Tarija ejecutando obras públicas encargadas por entidades como el FPS, la Agencia Estatal de Vivienda o el Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
“No se olviden que la industria de la construcción en Bolivia y el mundo tiene un efecto multiplicador, tanto en la generación de empleo como en la generación de riqueza, por lo tanto, al no haber inversión en el departamento que permita construir puentes de desarrollo, evidentemente se ve disminuido el empleo, el desarrollo y el crecimiento”, expuso.
El dirigente recordó que Tarija arrastra desde 2014 un Producto Interno Bruto (PIB) negativo, lo que ha provocado que cada vez más profesionales migren a otros departamentos en busca de oportunidades laborales.
Por su parte, Caboco identificó recientemente los principales problemas que aquejan al sector: la demora en los pagos de planillas por parte del Estado, un régimen tributario considerado injusto, la falta de inversión pública y el encarecimiento de materiales, insumos, maquinaria y equipos.
A ello se suman las trabas burocráticas en las entidades públicas, la escasez de combustible y la falta de dólares para importar insumos, repuestos y maquinaria. Todos estos factores, advierten, golpean de manera directa la continuidad de los proyectos de infraestructura y amenazan con paralizar la cadena de empleos que genera la construcción.