La crisis económica que atraviesa el país golpea con fuerza al sector de la construcción en Tarija. Desde la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB), filial departamental, advierten que cada vez más proyectos públicos se ven obligados a suspenderse, dejando un panorama de incertidumbre y preocupación en profesionales, obreros y comunidades que esperaban la conclusión de estas obras.
Benito Quispe, miembro de la SIB Tarija, relató que la falta de recursos económicos ha frenado la inversión pública y que la situación se ha vuelto insostenible.
Indicó que algunos de los proyectos que estaban en ejecución están por resolver contrato. A esto se suma el incremento del precio de los materiales de construcción, que han subido hasta un 40%. “Entonces es casi imposible cumplir los contratos”, dijo.
El ingeniero señaló que si bien el Gobierno dispuso una actualización de precios para algunos insumos, esta medida solo contempla los materiales importados.
“Sabemos que no solamente los importados han sufrido este incremento, sino todos”, afirmó Quispe dejando ver que insumos como el cemento, la arena, la piedra, el fierro, están más caros.
Mencionó que la consecuencia inmediata es visible en las calles y comunidades, obras inconclusas, personal reducido y proyectos que parecían una esperanza para dinamizar la economía local hoy se han convertido en símbolos de la parálisis.
La SIB Tarija insiste en que las nuevas autoridades que asuman el Gobierno deben dar continuidad a los pocos proyectos que están en ejecución y no cometer el error de suspenderlos o abandonarlos.
Instó que no se inicie una nueva gestión dejando a medio camino las obras que ya están avanzadas, ya que esto significa pérdida de recursos y más atraso para el departamento.