Crosetto se dirigió a los diputados para comentar los resultados de la cumbre de la OTAN celebrada la semana pasada, en la que la alianza militar acordó aumentar el gasto en defensa y seguridad.
«Los aliados compartimos la preocupación por la creciente amenaza de Rusia. No hay indicios de reconversión de la producción rusa a fines civiles, ni siquiera en caso de alto el fuego», dijo.
Crosetto también dijo que el apoyo interno ruso a la guerra en Ucrania, iniciada en 2022, aparentemente estaba intacto.
Sin decir de dónde proceden las cifras, dijo que Rusia ha perdido más de un millón de soldados, incluidos 200.000 en los primeros seis meses de este año.
«Sin embargo, Rusia consiguió movilizar otros 300.000 en seis meses sin que se erosionara el consenso interno», afirmó.
En referencia a los objetivos fijados la semana pasada por los miembros de la OTAN de aumentar el gasto en defensa y seguridad como porcentaje del PIB, Crosetto dijo que Italia ya había hecho algunas provisiones en el presupuesto y no desviaría recursos de la sanidad o las pensiones, confirmando un informe de Reuters.