La inflación baja, pero la núcleo sigue alta: el análisis de un economista

Según los datos de Indec, la inflación núcleo se estancó en 3,2%, igual que en marzo, y arrastra una suba desde 2024.

El gobierno de Javier Milei celebró esta semana la desaceleración del índice de inflación, que en abril fue 2,8% frente al 3,7% de marzo. Sin embargo, el economista Juan Manuel Telechea dijo que el dato positivo debe interpretarse con cautela: la reducción se explica principalmente por la baja en precios regulados, como tarifas de servicios públicos, mientras que la inflación núcleo se mantuvo en 3,2%, igual que en marzo, y muestra una tendencia creciente desde fines de 2024.

«Celebrar la desaceleración es válido, pero hay que mirar la letra chica. Los rubros no regulados, como alimentos y bebidas, subieron por encima del promedio (2,9%), y la núcleo no da señales de mejora», explicó Telechea en el programa Última Pregunta de Radio Continental Córdoba..

El dato refleja que, pese al control oficial sobre tarifas, los precios libres y los salarios siguen bajo presión, con un gobierno que prioriza frenar la inflación sobre reactivar el consumo.

El economista también se refirió a la intervención del gobierno en paritarias, como el freno a un acuerdo salarial en comercio: «Es una decisión clara: sacrificar ingresos para contener precios. La teoría dice que la inflación es monetaria, pero en la práctica, los costos -como el tipo de cambio y los salarios- también pesan».

Sobre el dólar, Telechea atribuyó su estabilidad relativa -sin llegar al tope de la banda de 1.400- a dos factores: la incertidumbre previa (que ya había elevado el financiero a 1.350) y el ingreso de reservas (USD 12.000 millones del acuerdo con el FMI). «El mensaje fue claro: hay herramientas para evitar una corrida. Pero esto es un respiro, no una solución estructural», señaló.

Consultado sobre si el oficialismo llegará con holgura a las elecciones de octubre, Telechea fue contundente: «Con la liquidación de la soja y las reservas actuales, sí. Pero después todo dependerá de los resultados. Si hay un triunfo ajustado, la presión sobre el dólar y los precios podría resurgir».

Para Telechea, el gobierno apuesta a gestionar expectativas con herramientas de corto plazo, pero el núcleo inflacionario y el dilema entre salarios y precios marcarán los límites de la estrategia. «La batalla contra la inflación no está ganada», cerró.