De acuerdo al último estudio (2023) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Bolivia tiene un nivel de informalidad laboral del 84,5%, el más alto de Latinoamérica y el Caribe, y de todo el continente americano. El nivel de trabajo informal en los hombres es de un 82,7% y de las mujeres del 86,5%.
En la actualidad, debido a la crisis económica que arrastra el país, con una combinación de bajo crecimiento económico y alta inflación, se estima que la informalidad laboral podría haber llegado hasta un 90%. Considerando los pocos trabajos formales que se pueden considerar como empleos con relativa calidad.
Según los últimos datos del INE, existe una tasa de desocupación urbana del 3,9%. Esto quiere decir que, de toda la fuerza laboral del país, 4 de cada 10 están desocupados. Lo cual no aplica mucho en una economía tan informal, donde se ha visto un incremento notable de trabajos por cuenta propia, sin goce de beneficios sociales, ni cobertura de salud, sin ganar siquiera el mínimo nacional, con un deterioro claro de la calidad del empleo y de las condiciones laborables.
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, indicó que el salario nominal creció en un 10% respecto al del 2024, pero en términos reales (estadísticas oficiales) ha caído en un 25% aproximadamente.
“Posiblemente el mismo, en términos de poder de compra (mercado), ha rebajado al menos en un 50% (hasta posiblemente el 70%) desde el año pasado. Por lo tanto, claramente este incremento salarial no recupera ni menos cubre la pérdida de su poder adquisitivo por la inflación de esta y la anterior gestión”, precisó Romero.
Puntualizó que el salario mínimo nacional también se ha devaluado respecto al dólar. El año pasado los Bs 2.500 equivalían a $us 359 al tipo de cambio oficial, pero al paralelo solo a $u. 217. El actual salario mínimo de Bs 2.750 equivale a $us 395, sin embargo, al dólar paralelo (Bs. 15,3) solo vale alrededor de $us. 180.
“En otras palabras, al tipo de cambio paralelo el salario mínimo nacional, expresado en dólares, ha caído de 217 a 180, una rebaja del 17%. Nuestro salario mínimo, al tipo de cambio del dólar negro, solo equivale el 45% de este expresado al tipo de cambio oficial”, subrayó Romero.
Según el Gobierno, la mejora del salario mínimo nacional en el periodo 2006-2025, es del 450%. Pues en 2006 el salario minimo nacional era de Bs 500 y en 2025 será de Bs 2.750.
Este incremento sostenido en el salario mínimo refleja las políticas laborales implementadas en Bolivia durante las últimas dos décadas. Sin embargo, es importante considerar que el impacto real en los trabajadores depende también de otros factores económicos y sociales.
Durante el periodo 2006-2025, la inflación acumulada fue considerablemente menor, lo que indica que el poder adquisitivo del salario mínimo ha mejorado en términos reales, destacan desde el Ministerio de Economía y Finanzas Publicas.
“A medida que suba el precio del dólar paralelo, nuestro salario valdrá cada vez menos. Y de igual manera, si sigue aumentando los precios, este salario también valdrá menos por la pérdida de su poder adquisitivo (devaluación inflacionaria)”, subrayó Romero.