El cobre, el mayor producto de exportación de Chile, no escapa de la turbulencia global generada por la guerra comercial. Los precios de los futuros del metal rojo han pasado de desplomarse a su nivel más bajo en un año tras el anuncio de Donald Trump de aplicar nuevos aranceles “recíprocos” al mundo a dispararse en un 8% a 4,4 dólares la libra después del reciente giro del presidente de Estados Unidos de suspender por 90 días los gravámenes adicionales a la mayoría de sus socios comerciales y solo dejarles el universal del 10% –y los aplicados a los automóviles, el acero y el aluminio–, excepto para el principal comprador del cobre chileno: China. Al gigante asiático, en cambio, se los elevó en un 125% como castigo por tomar represalias.
Para la ministra de Minería del Gobierno de Gabriel Boric, Aurora Williams Baussa (Antofagasta, 62 años), se hace complejo adelantar cualquier proyección a corto plazo debido al dinamismo del escenario mundial. “No sabemos cómo se moverán los precios en el mercado, pero sí hay algo que sabemos: los minerales críticos son necesarios y la mirada de desarrollo minero es de largo plazo”, dice a EL PAÍS en un hotel del municipio de Vitacura, al oriente de Santiago, donde se desarrolla la 25° edición de la Cesco Week 2025, uno de los eventos más relevantes de la industria minera.
Lo que sucede le recuerda a la pandemia: “Fue un periodo de alta volatilidad y la industria del cobre siguió produciendo. La demanda se ralentizó, pero nuevamente se reactivó. Tenemos que ver qué resulta lo que ocurre hoy en día en los mercados globales”.
Pregunta. El presidente Boric convocó un comité de alto nivel para abordar la estrategia de minerales críticos. ¿En expectativas tienen de ello?
Respuesta. Este trabajo comenzó en 2023. Se inició con estudios de equipos técnicos del ministerio de Minería, que han servido de base metodológica. Bajo el mandato del presidente Boric hemos convocado a 16 personas que representan distintos intereses transversales para discutir estos informes. La expectativa es que en cuatro meses, y basados en esta información y la experiencia que nos aportarán estos integrantes del comité que tienen distintas experiencias, tener una estrategia de minerales críticos que permita que Chile potencie no solo la producción de cobre y litio, sino que nos abramos a otros.
P. El presidente Trump ordenó al Departamento de Comercio revisar posibles aranceles al cobre. ¿Qué tan rentable es para Estados Unidos imponer gravámenes a esta materia prima?
R. La industria chilena del cobre es un sector consolidado, con importantes transacciones globales. Es reconocida por su transparencia en el mercado y una producción con altos estándares. Chile, con más de 100 años de experiencia en minería, es un socio confiable. Lo señalado por el gobierno de EE UU con la aplicación de los aranceles es que buscan incentivar la producción interna. En el caso minero, tener un proyecto en condiciones de producción toma varios años.
P. ¿Cómo impacta al mercado del cobre la escalada de la guerra comercial entre EE UU y China?
R. Hay dos vectores que están jugando en el mercado: la volatilidad aportada por esta definición arancelaria entre Estados Unidos y China y, por otro lado, una demanda de minerales críticos que está consolidada y no tiene vuelta atrás. Es probable que, dependiendo de cómo se muevan esos vectores, se pueda ralentizar el consumo del cobre [en el corto plazo], pero es difícil una vuelta atrás de los minerales críticos.
P. Frente a la guerra arancelaria, la estrategia de Chile es la diversificación. ¿A cuáles mercados están apuntando?
R. Chile tiene una riqueza geológica que le permite aportar diversos minerales críticos en el mundo. Estamos consolidados en cobre y litio, pero también hay molibdeno, renio, otros minerales importantes para la transición del mundo en cualquiera de sus aspectos: energética, alimentaria, defensa. Somos un país globalizado, por eso la diversificación de mercados es importante para nosotros.
Por ejemplo, en India, que visitamos recientemente, nos ofrecen grandes oportunidades, y donde vemos un espacio importante por su población [casi 1.450 millones de personas] y porque tiene una tasa de uso de cobre per cápita baja: 600 gramos por persona, frente a otras economías con hasta cuatro kilos de cobre per cápita. También la industria manufacturera india, que es sumamente competitiva, nos trae espacio para aportar minerales críticos. Por último, constatamos el alto desarrollo tecnológico. Entonces, hay vectores que se están moviendo en distintos sentidos. La volatilidad genera incertidumbres, pero hay certezas de que la transición energética se logra con minerales críticos.
P. ¿Y otros mercados?
R. Somos un país abierto al mundo, hemos recibido visitas de distintos países en lo que llevamos de gobierno. Tenemos actores globales en el mercado minero y ya están conscientes de la estabilidad de invertir en Chile. Han estado muchos años con nosotros y ninguno ha abandonado el país.
P. El presidente ejecutivo de Anglo American, Patricio Hidalgo, dijo en una entrevista con Reuters que Chile necesita acelerar los permisos para fortalecer industria del cobre. ¿Qué opina usted?
R. Como Gobierno tenemos la plena convicción y estamos de acuerdo con los diagnósticos transversales que existen respecto de la necesidad de acelerar la evaluación de proyectos mineros. Hemos hecho cambios estructurales importantes, y presentado dos proyectos de ley que modifican el sistema de evaluación ambiental y los permisos sectoriales no ambientales. Esa es nuestra mirada estructural, cambiar las normas legales. En paralelo, el presidente nos mandó a crear el gabinete Pro Crecimiento y Pro Empleo con sesiones en todas las regiones del país. Un 74% de los proyectos en las regiones mineras, que fueron considerados en esta instancia, ya han sido destrabados, sin claudicar en ningún objetivo ambiental y social.