En el marco del ajuste y desguace estatal llevado a cabo por el Gobierno de Javier Milei, el sector de la salud mental en Catamarca también sufre por los recortes del gobernador Raúl Jalil. En este panorama crítico, trabajadores del Hospital San Juan Bautista denuncian el incumplimiento de acuerdos previos por parte de las autoridades «que agravan la precariedad laboral» y «amenazan con incorporar a nuevos profesionales que acepten condiciones indignas».
Mientras el Presidente lleva adelante un «plan de reestructuración» en el Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte para «analizar el funcionamiento del establecimiento integralmente», el servicio de guardia del hospital público de mayor complejidad del territorio catamarqueño reveló que la «situación es insostenible».
Ubicado en la Capital de la Provincia, el San Juan Bautista atiende diariamente una gran cantidad de adolescentes y adultos. Sin embargo, los trabajadores padecen las pobres condiciones laborales y los funcionarios están en la mira por no responder a los reclamos. El presidente del Colegio de Psicólogos de Catamarca, Javier Godoy, contó que los empleados «están cobrando un 25% del valor» que corresponde a la consulta, por lo que no es un «reclamo por incremento de sueldo». «El problema no es sobre actualización, sino evitar la desvalorización», indicó.
En ese sentido, reveló que, «a principios de octubre, ofrecieron una cantidad de horas pautadas para distribuir» entre el cuerpo médico. Luego, aseguró que, a los 15 días, elevaron otra alternativa, pero ni siquiera era superadora a la anterior. “Los profesionales que componen el servicio son personas con trayectoria y formación. No podemos pensar en ellos como descartables”, afirmó Godoy en una conferencia de prensa. Además, comentó que «la gran mayoría atravesó la residencia universitaria, lo que significa un logro para Catamarca y una vinculación con universidades de distintos lugares del país», dijo.
Por su parte, Mauricio Arce, psicólogo y miembro del equipo de guardia, expuso las dificultades que tuvieron que enfrentar durante los últimos meses. “Desde septiembre hemos presentado notas y solicitado reuniones, pero sistemáticamente se han incumplido los acuerdos previos”, señaló Arce. Asimismo, destacó que la crisis actual no solo afecta a los trabajadores, sino que también repercute en la calidad de atención que reciben los pacientes.
Arce también mostró su descontento con el Ministerio de Salud y el titular de la cartera, Lucas Zampieri, tras afirmar que «no había ningún conflicto y que todo estaba resuelto». En ese sentido, dijo que presentaron notas, tuvieron reuniones y dialogaron para que luego «sistemáticamente» se les incumpla con lo acordado, «agravando» la situación.