El Colegio de Médicos de Salta rechaza el proyecto sobre residencias y plantea alternativas

El Dr. Alberto Robredo, titular del Colegio de Médicos de Salta, expresó la oposición de la institución y sus miembros al proyecto de ley de residencias médicas impulsado por la diputada por el departamento Capital, Laura Cartuccia, que recientemente obtuvo media sanción en la Legislatura provincial.

En un pronunciamiento con detalles sobre el impacto de la medida, los profesionales de la salud subrayaron las razones que llevan a la institución a cuestionar esta propuesta que, afirma, podría empeorar la crisis de vocación médica en Salta y dificultar la atracción de jóvenes profesionales hacia el sistema de residencias. Además, reclamaron el intento de injerencia de la provincia sobre el ámbito privado.

La iniciativa que ya cuenta con media sanción busca establecer una regulación integral para el sistema de residencias de salud en Salta, abarcando tanto el sector público como el privado. Según su autora, la diputada Laura Cartuccia, el proyecto actualiza el marco legal del sistema de residencias, que aún se rige por el Decreto N° 1.277/2000 y abarca únicamente el ámbito público. En esta nueva ley, se propone la colaboración entre el sector público, privado y las universidades para asegurar una formación adecuada que responda a las demandas de atención en la provincia.

Uno de los puntos más destacados del proyecto es la imposición de una rotación obligatoria de un año en el interior de la provincia para los residentes, con una cláusula que les exigiría devolver los montos recibidos en caso de no cumplirla sin una justificación suficiente. Cartuccia argumenta que esta medida evitaría la renuncia de residentes antes de cumplir su servicio en áreas con alta demanda, protegiendo así la inversión estatal en la formación de profesionales.

Robredo consideró que esta propuesta resultaría “altamente disuasiva” para los nuevos médicos. “Si un profesional cumple con su trabajo durante la capacitación, imponerle una obligación de este tipo roza la inconstitucionalidad”, afirmó. Explicó que después de años de estudio y esfuerzo, es comprensible que los profesionales busquen estabilizar su vida y carrera sin tener que cumplir condiciones adicionales que, además, podrían afectarlos en múltiples niveles.

En esa línea, el titular de la institución que nuclea a los profesionales  médicos enfatizó: “Queremos que haya más médicos, que los jóvenes elijan las residencias, pero con esta medida, lo que se hace es ‘espantar’ a los futuros residentes. Es un proyecto que, lejos de atraer, desmotiva a los profesionales”.

El presidente del Colegio también subrayó la necesidad de hacer más atractiva la oferta de formación en Salta, señalando: “Lo que necesitamos es ofrecer incentivos, no imponer condiciones que se conviertan en un peso extra”. En lugar de una rotación obligatoria al final del programa, propuso un modelo de rotaciones periódicas a lo largo de toda la residencia: “De esta forma, el residente puede adaptarse al contexto rural sin enfrentarse a una carga que complique su vida familiar y profesional de golpe”.

A pesar de que el proyecto de Cartuccia afirma haber sido trabajado en conjunto con el Ministerio de Salud Pública y el presidente del Colegio de Médicos, Robredo negó que el Colegio haya participado en profundidad en su elaboración. “Nos habría gustado tener un diálogo abierto y sincero para contribuir con nuestras ideas, pero lamentablemente no fuimos convocados para discutir los puntos críticos del proyecto”, comentó. Según él, el Colegio de Médicos de Salta ha trabajado activamente en la retención de médicos en la provincia y considera que la consulta a los profesionales es esencial para diseñar un sistema que funcione: “Es fundamental escuchar a los profesionales que conocen la realidad sanitaria de la provincia y que tienen experiencia en la formación y retención de médicos”, subrayó.

Para Robredo y el Colegio de Médicos, es necesario un enfoque alternativo que no desmotive a los médicos jóvenes y permita una formación de calidad sin condiciones punitivas. Algunas de las propuestas del Colegio incluyen:

Rotaciones periódicas en lugar de una única rotación anual al finalizar la residencia: “Si los residentes tienen experiencias regulares en el interior, podrán adaptarse progresivamente a ese contexto sin tener que sacrificar su estabilidad familiar”.

Incentivos para la práctica en el interior en lugar de condiciones restrictivas: “Queremos que los médicos deseen quedarse, que se sientan motivados por condiciones que les permitan desarrollarse tanto profesional como personalmente”.

Participación activa de las universidades y del Colegio de Médicos en la certificación de especialidades, asegurando así la validez de los títulos: “Para que la formación sea de calidad, es esencial que tanto la universidad como el Colegio tengan un rol en el otorgamiento de las especialidades”.

Desde el Colegio de Médicos anticiparon que llevarán sus objeciones y propuestas al Senado provincial, donde el proyecto se debatirá como próxima instancia legislativa. “Nosotros estamos obligados a representar los intereses de nuestros colegas y de la salud de los salteños”, expresó su titular. “No queremos que se siga agravando la falta de médicos en la provincia. Si se aprueba esta ley tal cual, solo hará que menos jóvenes elijan las residencias en Salta, y esto afectará directamente a la salud de nuestra población”.

 

Robredo insistió en la necesidad de que el proyecto de ley incluya a los actores clave en su formulación: “Queremos sumar a los médicos jóvenes, atraerlos y formar un sistema que respete su esfuerzo y su vocación, y sobre todo, que incentive su permanencia en la provincia. Pero esta ley, en su estado actual, no cumple con esos objetivos”, enfatizó.

 

Sector privado y concurrencias

 

Otro aspecto del proyecto que se critica es la intención de regular las residencias en el sector privado. Para Robredo, esto representa un exceso de control que podría afectar negativamente tanto al sistema de salud privado como a los profesionales: “El ministerio debería centrarse en fortalecer el sistema público”, resaltando la autonomía de los establecimientos privados. Además, el proyecto aborda la regulación de las concurrencias, un sistema de capacitación no remunerado y de tiempo parcial. Robredo señaló que, aunque el espíritu de la ley es fomentar la formación, “imponer este tipo de programas sin ofrecer una remuneración adecuada” no motiva.