Tras el empate conseguido ante San Miguel, el plantel de Gimnasia y Esgrima de Jujuy regresará a los entrenamientos en el predio de Papel NOA, en horario matutino. El cuerpo técnico, encabezado por Matías Módolo, ya comenzó a planificar el crucial encuentro ante Quilmes, que se disputará el próximo domingo a las 16 horas en el estadio “23 de Agosto”.
Con solo cuatro fechas restantes en la Primera Nacional, el «Lobo» sabe que cada partido es una final en la lucha por mantenerse en los puestos de clasificación. Sin embargo, una de las principales preocupaciones del joven entrenador “Albiceleste” es la cantidad de jugadores que están al borde de la suspensión. Diego López, Francisco Molina, Agustín Palavecino, Nicolás Dematei y Cristian “Polaco” Menéndez acumulan varias tarjetas amarillas y deberán cuidarse para no perderse las fechas decisivas. Después de jugar ante el “Cervecero” deberá ir nuevamente a Buenos Aires para enfrentarse a Talleres de Remedios de Escalada, luego en Jujuy ante Estudiantes de Buenos Aires y cierra ante Chacarita en San Martín.
En las prácticas de esta semana, el cuerpo técnico hará hincapié en trabajar la presión alta y la salida rápida, puntos clave que le permitieron al equipo jujeño rescatar un empate ante San Miguel. Además, se buscará ajustar detalles en la línea defensiva, considerando que Quilmes es un equipo con delanteros de jerarquía que pueden hacer daño en cualquier momento.
Gimnasia llega a este tramo final con la ilusión intacta, pero consciente de que deberá ser inteligente para gestionar las cargas de sus jugadores amonestados. El objetivo es claro: sumar la mayor cantidad de puntos posibles y evitar bajas sensibles en un plantel que, hasta ahora, ha sabido sobreponerse a las dificultades de la temporada.
El domingo, el «23 de Agosto» se vestirá de gala para recibir a Quilmes, en un partido que promete ser decisivo para las aspiraciones del equipo jujeño en la Primera Nacional.