¿Por qué China y Rusia se han convertido en una amenaza persistente en América Latina?

Estados Unidos acusa a China y Rusia de perpetrar corrupción, campañas de desinformación, cibercrimen y abusos contra los derechos humanos, lo cual socava los procesos democráticos en la región.

La general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, sostiene que China y Rusia continúan siendo una amenaza para la estabilidad de América Latina y el Caribe. Afirma que estos países son competidores estratégicos que no respetan el derecho ni las normas internacionales.

China y Rusia continúan siendo una amenaza para la estabilidad de la región. Eso es lo que se desprende del reciente informe de la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson, quien sostiene que “la democracia y los valores democráticos están siendo atacados a nivel global”.

En esa línea señala a los dos actores principales mencionados anteriormente, “la República Popular China (RPC) y Rusia”. Ambos países -advierte- “son competidores estratégicos que operan sin respetar el derecho o las normas internacionales”. “Ellos condonan y perpetran corrupción, campañas de desinformación, cibercrimen y abusos contra los derechos humanos que socavan los procesos políticos democráticos existentes de las democracias frágiles en América Latina y el Caribe”.

Además, recalca que sus actuaciones también “refuerzan el gobierno autoritario de los regímenes en Cuba, Nicaragua y Venezuela”.

La situación, al menos a corto y medio plazo, no es positiva en tanto que, en su opinión, la crisis sanitaria provocada por el coronavirus “ha pasado factura a esta región”. “Las economías están sufriendo, hay una disminución del PIB (Producto Interior Bruto) que va del 8,5 % al 18,5 %” detallaba para justificar que ante este panorama “hay organizaciones que se han aprovechado”.

“Existe la capacidad de actores estatales malignos como la República Popular China, Rusia o Irán, de poder intervenir y ofrecer ayuda debido a la inseguridad e inestabilidad a estas democracias”, apunta al respecto durante una intervención en el Centro Wilson, un centro de pensamiento basado en Washington.

 

El papel del Comando Sur

Con todo, está convencida de que el papel del Comando Sur de EEUU es el de “ayudar a romper ese ciclo” mediante políticas “diplomáticas, de información, militares y económicas”.

“Eso es muy importante ya que vemos que la democracia está bajo ataque hoy en día y veo a estos regímenes autoritarios o a estos líderes autoritarios que se postulan para presidentes y utilizan la democracia para luego desmantelarla”, indica Richardson.

 

Estrategias en la región

Por eso, su estrategia también pasa por forjar alianzas con otros países de la región. “Todo lo que hacemos en términos de cooperación en materia de seguridad, el entrenamiento que realizamos, se basa en los derechos humanos, en el estado de derecho y la profesionalización de los militares”, dice.

 

“Trabajamos muy duro para hablar sobre constituciones, la importancia de honrar a su constitución y lo que eso significa, porque cuando se entra en estas áreas grises, cuando se llama al ejército para ayudar a la policía en crisis, es importante entender su papel y lo que significa honrar esa constitución y no a una persona”, afirma recordando que “varios países también han firmado la iniciativa de derechos humanos” que, aunque no es vinculante, supone “un compromiso para tomar los derechos humanos muy en serio”.

 

El presidente de la Asamblea General de la ONU, Dennis Francis, lee los resultados de las elecciones de los nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos, en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York, el 10 de octubre de 2023.

Por eso, el gobierno de Estados Unidos está atento a los movimientos de Rusia y China en el sur del continente americano. Richardson, durante una audiencia ante el Senado de EEUU poco después de asumir su cargo, mostró su preocupación por la “agresiva expansión” de ambos países en esa región.

 

“Lo que más me abrió los ojos fue la medida en que China y Rusia están expandiendo agresivamente su influencia en nuestro vecindario, en América Latina y el Caribe”, declara Richardson recalcando que esta zona “está experimentando una inseguridad e inestabilidad”, señala.

 

China: “el competidor estratégico a largo plazo”

Sobre el gigante asiático, al que la Casa Blanca considera como su “competidor estratégico a largo plazo”, alerta que el Gobierno de Xi Jinping “continúa su marcha implacable para expandir la influencia económica, diplomática, tecnológica, informática y militar”.