Finalmente Milei descubrió la política

El presidente apeló al diálogo y la negociación y obtuvo su primer triunfo parlamentario con la media sanción de la ley Bases y el paquete fiscal.

Tiene que persuadir sobre su capacidad de gobernar en minoría. Lo observa un auditorio en Washington y Beijing.

Por Walter Curia – Milei descubrió la política. El Gobierno obtuvo ayer en Diputados media sanción para la ley Bases, su versión acotada de 232 artículos, poco más de un tercio del formato original con el que tropezó en febrero pasado en la misma Cámara, tras su aprobación en general. El proyecto pasa ahora al Senado, un escenario aún más desafiante para el oficialismo.

A poco de la sanción en Diputados, un comunicado de la Presidencia saludó la aprobación del proyecto y expresó un agradecimiento del presidente a los diputados Cristian Ritondo, Miguel Pichetto y Rodrigo de Loredo, jefes de los bloques del PRO, Hacemos Coalición Federal y la UCR, por su colaboración en la elaboración de la iniciativa y su defensa y apoyo en la Cámara.

De calificar a la Cámara de diputados de “nido de ratas”, Milei pasó a considerar “patriotas” a quienes fueron en su ayuda. Una evolución que le demandó al presidente cuatro meses, si se contempla la primera versión monumental de la ley, que se conoció el 27 de diciembre.

Se asegura que el tratamiento y media sanción del proyecto debe mucho a los jefes de los bloques “dialoguistas” de la oposición. Profesionales, condujeron en efecto las negociaciones en el Congreso. En esos espacios también operó un cambio: allí se pasó de caracterizar a algunos de los negociadores del Gobierno de “ingenuos” (Martín Menem) o “cínicos” (Santiago Caputo), a reconocerles una disposición a “dejarse ayudar”.

Los interlocutores de Milei también se dejaron ayudar por gobernadores y sindicalistas. El ministro del interior Guillermo Francos -acaso el único funcionario del Gobierno al que siempre se respetó- y el jefe de Gabinete Nicolás Posse, un hombre de bajísimo perfil, protagonizaron una larga sucesión de reuniones con mandatarios provinciales y un encuentro clave, en los primeros días de abril, con la cúpula de la CGT, en la Casa Rosadaa, a la que asistió Hugo Moyano.

El proyecto de ley que se aprobó en Diputados es el resultado de esas reuniones en las que el Gobierno, las provincias, los bloques amigables y los gremios obtuvieron y cedieron. Diálogo y negociación, herramientas que le dieron la primera victoria política al presidente.

 

El Gobierno celebró la aprobación de la Ley Bases en Diputados.

También el cálculo. Milei no pudo seguramente otra cosa que impresionarse con la multitudinaria marcha en defensa del financiamiento a las universidades públicas, una semana atrás. El diario La Nación estimó la concurrencia en Buenos Aires en 430 mil personas. Hubo significativas manifestaciones en ciudades del interior donde Milei arrasó en el balotaje. La irrupción del liberatario es el resultado de una profunda transformación en la sociología política argentina, de alcance aún incierto. Pero la manifestación por las universidades muestra que algunas cosas permanecen.

El presidente desplazó a quienes venían siendo interlocutores de los rectores y puso al frente del diálogo a la ministra de Capital Humano y al secretario de Educación. El lunes recibieron al rector de la UBA. Ayer se reunieron con los responsables del Consejo Interuniversitario Nacional mientras Diputados trataba la ley Bases. Se difundieron fotos de los dos encuentros.

Las muestras de pragmatismo también alcanzaron a la economía. El Gobierno decidió postergar este mes la actualización por inflación de las tarifas de los servicios públicos y del impuesto a los combustibles, que con todo subieron entre un 4% y un 5% por decisión de las petroleras. Ya hemos visto semanas atrás el giro respecto al aumento de la medicina prepaga. Economía busca que la inflación siga desacelerándose y poder mostrar un índice de un dígito en abril, que se conocerá a mediados de mayo.

La sanción de la ley Bases es un objetivo capital para el presidente. Incluso más importante que los superávit fiscales del primer trimestre. La verdadera audiencia a la que está dirigida la ley está en Washington, en el Fondo Monetario Internacional (un equipo técnico está en Buenos Aires) y el Tesoro de los Estados Unidos; pero también en Beijing, donde las autoridades del Banco Central se reunieron con sus pares de Banco Popular de China para negociar el tramo US$ 4.900 millones del swap que se usó el año pasado para hacer frente a compromisos de deuda.

Milei tiene que demostrar en esos ámbitos capacidad para negociar con la política desde una posición de debilidad estructural. Además de gestión, debe garantizar la sustentabilidad de su plan, hasta el momento concentrado en el equilibrio fiscal y monetario, con el que procura derrotar a la inflación.

El espíritu de la ley Bases y el paquete fiscal, aprobado también ayer en Diputados, es el mismo de la versión que rechazó en el verano: declaración de emergencias, facultades delegadas, privatizaciones, cambios en las contrataciones de trabajo, caída de la moratoria en jubilaciones y reposición del impuesto a las Ganancias, además de un controvertido régimen de incentivos fiscales a inversiones superiores a los 200 millones de dólares, apuntado al petróleo y la minería, que comprometería el desarrollo de la pequeña y mediana industria local.

Como ha dicho el ex ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, uno de los puntos más sensibles del proyecto de ley bases radica en las facultades extraordinarias que se otorgan al presidente para hacer una profunda reforma del Estado. Hablamos de un hombre cuya utopía es destruirlo.