Los aliados de Irán que forman parte del llamado “eje de la resistencia” que lidera Teherán

La influencia del régimen de los ayatollahs se extiende a varios países de Medio Oriente

La guerra en Medio Oriente escaló a un conflicto de mayores dimensiones el fin de semana con el inédito ataque de Irán con drones y misiles balísticos a territorio israelí. En los últimos 45 años, los enemigos jurados se acostumbraron a lanzar operaciones clandestinas no reivindicadas o a apostar por acciones llevadas a cabo por organizaciones no estatales, como Hamas o el Hezbollah libanés, respaldados por Teherán, pero nunca habían cruzado ese límite.

De hecho, con el fin de evitar un enfrentamiento directo, hasta el sábado, las autoridades de Irán habían operado en las sombras al ayudar a formar y potenciar durante más de cuatro décadas una red de grupos armados en Oriente Próximo, conocido como “eje de la resistencia”, que han tenido un creciente papel en el conflicto en la región, especialmente a raíz del estallido de las hostilidades en la Franja de Gaza tras los ataques perpetrados el 7 de octubre.

 

¿De qué se trata esta alianza que durante años Irán utilizó para aumentar su proyección militar en la región?

Desde la Revolución Islámica de 1979, la influencia de Irán se expande en la región en una red de grupos proxy, con los que comparte valores antioccidentales y anti Estados Unidos. A través de la Fuerza Quds, el apoyo de los ayatollahs se extiende por territorios que integran la llamada “Media Luna Chiita” y se expresa en entrenamiento, financiamiento y envío de armas a milicias e incluso a algunos grupos que tienen poder político.

 

Hamas

La mayoría de los grupos forman profesan la rama chiita del Islam, la misma que sostiene e intenta impulsar el régimen iraní. Hamas y la Jihad Islámica Palestina, que operan en la Franja de Gaza, son los únicos miembros sunnitas. El líder político de Hamas, Ismael Haniyeh, admitió abiertamente que Irán proporciona aproximadamente 70 millones de dólares anuales al grupo, además de haber proporcionado entrenamiento y capacidades logísticas para el desarrollo de armamento, como misiles.

El grado de influencia de Irán en cada uno de estos actores varía según los expertos. Emile Hokayem, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, dijo a The Guardian que el gobierno iraní “empodera, apoya, guía, pero rara vez ordena”.

“Los occidentales tienen un problema debido a cómo conceptualizan estas cadenas de mando. Los socios de Irán son como hermanos de armas menores pero confiables. Hamas (e incluso Hezbollah) no esperan ayuda iraní directa y sostenida durante un conflicto. Los socios de Irán toman su decisión y buscan el consentimiento iraní. Sospecho que no harán algo a lo que Irán se oponga, pero tienen un gran margen de maniobra”, analizó la experta.

Aún no está claro si Irán estuvo involucrado en el brutal ataque de Hamas el 7 de octubre pasado, en el que murieron 1400 personas y 240 fueron tomados como rehenes. La inteligencia de Estados Unidos y de Israel coincide en que, al menos, Irán proporcionó los medios para dar el golpe sorpresa.

 

Líbano

Hezbollah, que significa “Partido de Dios”, fue creado por la Guardia Revolucionaria de Irán en 1982 con el objetivo de luchar contra las fuerzas israelíes que habían invadido el Líbano. Sigue siendo un enemigo jurado de Israel, que ve al grupo como la mayor amenaza en sus fronteras.

Hezbollah ha entrenado a grupos paramilitares en Siria e Irak e inspirado a otras fuerzas como los hutíes de Yemen, aliados de Irán. En paralelo, se cree que Irán ha entregado a Hezbollah potentes misiles que podrían impactar en la mayoría de las ciudades israelíes para obligar a Israel a pelear una guerra de doble frente.

Washington considera a Hezbollah un grupo terrorista, pero es además un partido político que busca ganar popularidad con su virulenta retórica antiisraelí.

Estados Unidos responsabiliza a Hezbollah de un atentado suicida con bomba que destruyó el cuartel general de la Marina estadounidense en Beirut en octubre de 1983, matando a 241 militares, y de dos atentados suicidas con bombas contra la embajada de Estados Unidos en 1983 y su anexo en 1984. Refiriéndose a esos ataques y toma de rehenes, el líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo en una entrevista de 2022 que fueron llevados a cabo por pequeños grupos no vinculados a Hezbollah.

Desde el ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre, Hezbollah ha estado intercambiando disparos con las fuerzas israelíes en la escalada más grave a través de la frontera libanesa-israelí desde 2006, cuando Hezbollah e Israel libraron una guerra. Con decenas de combatientes de Hezbollah muertos en tres semanas de enfrentamientos fronterizos con Israel, el grupo libanés está trabajando para frenar sus pérdidas mientras se prepara para la posibilidad de un conflicto prolongado, dijeron tres fuentes familiarizadas con su organización.

Irak

Irán e Irak son los dos países más grandes de Medio Oriente con mayoría musulmana chiita. Los grupos chiitas respaldados por Irán surgieron como actores poderosos en Irak después de la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003. Ambos emergieron fortalecidos de la guerra, motivados por expulsar a sus enemigos estadounidenses de la región y luego al grupo terrorista Estado Islámico, en batallas en las que lograron perfeccionar sus milicias.

El ejército estadounidense frustró un ataque contra sus fuerzas en Irak el octubre pasado, interceptando dos drones antes de que pudieran atacar, dijeron dos funcionarios estadounidenses después del primer ataque de este tipo contra las fuerzas estadounidenses en Irak en más de un año.

Las milicias iraquíes desempeñaron un papel de liderazgo en la lucha contra el Estado Islámico, combatiendo como parte de Hashid Shaabi, o las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), que hoy en día ocupan un lugar importante en el sistema político del país.

Las principales milicias en Irak son Hashid Shaabi, Organización Badr [partido político], Kataeb Hezbollah o Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, Asa´ib Ahl- al Haq o Liga de los Justos, entre otros.

Algunos de los grupos iraquíes respaldados por Irán han luchado en Siria en apoyo de Assad, otro aliado de Teherán. Tienen un historial de ataques a posiciones estadounidenses en Irak.

 

Siria

La Guardia Revolucionaria de Irán fue desplegada en Siria durante la guerra civil para ayudar a su aliado Bashar al-Assad, miembro de la secta minoritaria alauita, perteneciente al chiísmo, a reforzar su control y a luchar contra los rebeldes, especialmente durante la “primavera árabe”. Teherán siempre ha dicho que las fuerzas iraníes están allí en calidad de asesores por invitación de Siria.

Israel acusó a Irán de haber desplegado cerca de 80.000 soldados en Siria para ayudar a sus aliados a combatir a las insurgencias antigubernamentales sunitas. Otros grupos chiitas respaldados por Irán han desempeñado un papel de combate vital en Siria, incluidos grupos de Afganistán e Irak. El régimen de Al-Assad también tenía relación con Hamas, pero rompió sus alianzas en 2012 por la tortura y asesinato generalizado de musulmanes suníes.

Tras el ataque de Hamas el 7 de octubre, medios estatales sirios informaron que ataques aéreos israelíes alcanzaron los aeropuertos internacionales de la capital siria, Damasco, y la ciudad norteña de Alepo, dañando sus pistas y dejándolas fuera de servicio.

En tanto, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, acusó a “grupos terroristas”, algunos de ellos respaldados por Siria e Irán, de amenazar con expandir el conflicto de Gaza “utilizando el territorio sirio para idear y lanzar ataques contra Israel”.

 

Yemen

Los hutíes de Yemen se sumaron a la guerra entre Israel y Hamas que se libra a más de 1600 kilómetros de su sede de poder en la capital yemení de Saná, y declararon el 31 de octubre que habían disparado drones y misiles contra Israel en ataques que resaltan los riesgos regionales del conflicto.

El líder hutí de Yemen dijo el 10 de octubre que si las fuerzas estadounidenses intervinieran directamente en el conflicto de Gaza, el grupo respondería disparando drones y misiles.

Irán defiende a los hutíes, que han estado luchando contra una alianza militar liderada por Arabia Saudita en Yemen desde 2015, como parte de su “Eje de Resistencia” regional.

Arabia Saudita y sus aliados acusan a Irán de armar y entrenar a los hutíes. Pero el alcance de la relación es discutible y Teherán ha negado haber canalizado armas hacia Yemen.

La influencia militar de los hutíes incluye misiles balísticos que han utilizado contra Arabia Saudita, incluidas instalaciones energéticas. Niegan ser representantes de Irán y dicen que fabrican sus propias armas.

La coalición también los acusa de ataques a buques comerciales en el Mar Rojo utilizando embarcaciones cargadas de explosivos. Los hutíes se atribuyeron la responsabilidad de un ataque que cortó temporalmente más de la mitad de la producción de petróleo saudita en septiembre de 2019. Estados Unidos dijo que Irán estaba detrás del ataque, lo que Teherán negó.