Encuesta reveló un descenso en la valoración de la democracia y el aumento de quienes piden gobiernos autoritarios en Chile

Andrés Scherman, uno de los académicos que trabajó en el estudio, señaló que es una tendencia parecida a la que ocurre en otros países

Como nunca en la historia de Chile, en los dos últimos años los ciudadanos acudieron a las urnas para ejercer su derecho a voto en los plebiscitos de entrada y salida de los dos procesos constituyentes, además de elecciones presidenciales, municipales y parlamentarias.

Dichas votaciones arrojaron datos que muestran que en el país se está configurando un mapa político con nuevos actores y una alta polarización. Por lo menos así lo refleja la “Encuesta Postplebiscitos, nuevo escenario político”, de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez.

El sondeo, realizado a 1.149 personas mayores de 18 años entre el 11 y el 23 de enero de 2024, arrojó un aumento de la polarización ciudadana desde el año 2017, pues la valorización de la democracia ha sufrido modificaciones con el correr de años entre los distintos rangos etarios y grupos socioeconómicos. En 2017, un 68% creía que la democracia era preferible a cualquier otra forma de gobierno. Sin embargo, este porcentaje ha ido bajando considerablemente hasta llegar a un 46%, mientras que se ha incrementado el número de personas que ve con buenos ojos la llegada de un gobierno más autoritario.

Para Andrés Scherman, Director Académico del Magíster en Comunicación Política y Asuntos Públicos de dicha casa de estudios y uno de los investigadores responsables de la encuesta, esta polarización es un fenómeno general en el mundo y que se ha visto con mayor fuerza desde la elección de Donald Trump y Hillary Clinton.

“No es una tendencia nueva en ese sentido, pero en Chile no la habíamos visto con tanta claridad. Eso tiene que ver con varios factores, pero en general es una política mucho más centrada en conflictos emocionales y en una lógica como de amigos contra enemigos más que de adversarios”, señaló a El Desconcierto.

Según Scherman, desde las elecciones que permitieron a Trump llegar a la Casa Blanca, los discursos y el debate político se ha endurecido tanto en Estados Unidos como en Europa y América Latina, donde las redes sociales han tenido un rol preponderante que incita a esta polarización y pérdida del debate de ideas.

“Las redes sociales pueden ayudar a que se incremente la polarización porque ayudan a crear estos grupos que son las cámaras de eco de gente que, en la medida en que la gente se ubica en posiciones más extremas, las redes sociales tienen la posibilidad de ir incrementando esas posiciones”, aseguró.

Sin embargo, el académico aclaró que esta polarización empujada por las redes sociales no es tal cuando se trata de electorados que se ubican más cerca del centro.

“Las redes sociales efectivamente pueden jugar un rol de acelerar ese proceso, pero para eso tienen que encontrarse con gente que está en esas posiciones extremas también”, complementó.

 

Populismos

La encuesta también reveló una alta percepción de actitudes populistas por parte de los políticos. Según el sondeo, un 78,7% de los encuestados considera que las autoridades públicas elegidas hablan mucho y toman pocas decisiones.

Según Scherman, la táctica de un político con discursos populistas consiste, básicamente, en saltarse a la elite para criticarla y así encontrar el apoyo del electorado.

“Tratan de que no haya ninguna intermediación, tratan de saltarse a los medios. De hecho, una de las características de los líderes populistas es que tratan de tener un contacto directo con la audiencia y ojalá no recurrir a la intermediación, al filtro digamos, de los medios”, anotó el investigador de la UAI.

Uno de los ejemplos más recientes y cercanos es el presidente de Argentina, Javier Milei, quien ha hecho de las redes sociales su lugar para interactuar con la ciudadanía sin necesidad de utilizar los medios de comunicación, ahorrándose así las interpelaciones o debate de ideas que podrían poner en jaque su discurso.

“Empiezan a hacer mucho uso de redes sociales. Hacen transmisiones en vivo desde sus propias redes sociales sin tener que pasar por los medios. Empiezan a gobernar incluso a veces desde las redes sociales como Donald Trump”, agregó el académico.

 

Gobiernos débiles

El académico recalcó que, si bien existe una valoración del sistema democrático en comparación con uno autoritario, la ciudadanía es mucho más crítica respecto al funcionamiento del primero “en términos de que está funcionando mal, de que nuestra democracia no funciona bien y no satisface las expectativas”.

Respecto a la evaluación del gobierno de Gabriel Boric, la encuesta arrojó que tiene un 55% de desaprobación y sólo un 33% de una evaluación positiva.

Sin embargo, esta abrupta caída de aprobación no es exclusiva de la administración de Boric, pues es una tendencia que se viene arrastrando desde el segundo gobierno de Michelle Bachelet.

Para Scherman, esta baja de la popularidad se puede entender por lo débiles que están siendo los gobiernos.