El insólito refugio de Ricardo Martinelli junto a su perro en la embajada de Nicaragua en Panamá

El ex presidente condenado por lavado de dinero transformó la sede diplomática a su gusto y apuesta al triunfo de quien era su candidato a vicepresidente en las elecciones del próximo 5 de mayo

El ex presidente panameño, Ricardo Martinelli, ha convertido la embajada de Nicaragua en Panamá en su santuario personal durante los últimos 40 días, desatando una serie de excentricidades y una batalla política por su destino.

Acompañado por su perro Bruno, Martinelli, quien fuera condenado por lavado de dinero, ha transformado el modesto edificio diplomático en un escenario mediático, mientras busca su libertad y el respaldo político en las elecciones próximas.

Este domingo 17 de marzo, el ex presidente de Panamá, Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, cumple 40 días alojado en la embajada de Nicaragua en Panamá a donde llegó como asilado político cinco días después que fuera ratificada su condena a más de diez años de prisión y al pago de una multa de más de 19 millones de dólares por lavado de dinero.

Martinelli se convirtió de esta forma en el tercer ex presidente centroamericano acusado de corrupción en su país que busca refugio en el régimen de Daniel Ortega.

A Nicaragua llegaron también, como asilados políticos y luego se convirtieron en ciudadanos nicaragüenses de forma expresa, los expresidentes salvadoreños Mauricio Funes Cartagena y Salvador Sánchez Cerén.

Martinelli Berrocal, sin embargo, no ha logrado salir de la embajada nicaragüense en Panamá porque el gobierno de ese país le negó el salvoconducto necesario para viajar a Nicaragua o cualquier otro destino.

Al tiempo que la Cancillería nicaragüense anunciaba su decisión de otorgar asilo a Martinelli, también solicitó a Panamá un salvoconducto para que Martinelli pudiese salir del país.