Los 13 empleados de la ONU expulsados por la dictadura de Maduro llegaron a Panamá

Los funcionarios de las Naciones Unidas dejaron Venezuela un día después de que el relator especial de la Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, asegurara que la régimen chavista le impidió visitar centros de detención

Los 13 empleados de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Venezuela están en Panamá para continuar sus labores tras ser expulsados del país suramericano, según confirmó este martes a EFE una fuente en el país centroamericano del organismo internacional.

Una bandera de la ONU y de Venezuela cuelga afuera del edificio que alberga la Oficina de Asesoría Técnica del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en Caracas, Venezuela, el jueves 15 de febrero de 2024. El gobierno de Venezuela ordenó el jueves que esa oficina suspenda operaciones y dio a su personal 72 horas para salir del país.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos no ha dado, hasta el momento, más detalles de la llegada de los 13 funcionarios, una información que ya había adelantado a EFE el organismo de la ONU desde su sede en Ginebra y el propio dictador venezolano, Nicolás Maduro, que aseguró que ya se había completado la salida del país el sábado, cuando se cumplía el plazo de 72 horas dado a los funcionarios.

La ONU tiene en Panamá su sede de la Oficina para América Central y el Caribe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, al igual que otras agencias regionales del organismo.

Según había adelantado este martes a EFE la portavoz del organismo Marta Hurtado, la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk tiene mandato global por lo que puede continuar monitoreando la situación de los derechos humanos de Venezuela aunque no tenga presencia física allí.

Los 13 empleados de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU dejaron Venezuela después de que el régimen chavista suspendiera el jueves pasado las actividades de ese organismo entre acusaciones de presunto espionaje y conspiración desde el Ejecutivo venezolano.

La oficina, con sede en Ginebra (Suiza) y establecida en Caracas desde septiembre de 2019, “se transformó en una oficina de espionaje interno, de conspiración interna (…) en el bufete de abogados de terroristas, conspiradores, golpistas y magnicidas de Venezuela”, dijo el dictador venezolano.

Sin embargo, la decisión de expulsar a estos funcionarios, un hecho sin precedentes, se produjo un día después de que el relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, asegurara que la dictadura venezolana le impidió visitar centros de detención y que las autoridades cambiaron constantemente su agenda durante su visita de dos semanas al país, que concluyó el miércoles.