Schiaretti fue clave en la caída de Bullrich y ahora cotiza en alza para el ballotage

En su provincia, el gobernador cordobés quedó segundo detrás de Milei y desplazó a un lejano tercer escalón a la candidata de Juntos.

Intendentes radicales trabajaron para la lista del schiarettismo.

«Está claro que hubo intendentes del radicalismo que se portaron bien con nosotros». La frase la lanzó un influyente funcionario del schiarettismo mientras entraba al búnker del gobernador y candidato presidencial, Juan Schiaretti. Y la corroboraba, minutos más tarde, un intendente radical que decidió hacer públicos los resultados en su localidad que dejaron a Patricia Bullrich en el primer lugar y por encima Javier Milei y de Schiaretti.

«Se perdió en muchas localidades de los que van a ser legisladores conmigo», dijo a este sitio el hombre que desembarcará en diciembre en la Unicameral y terminó de pintar así que el radicalismo cordobés no le trajo buenos resultados al armado de Bullrich.

Una UCR que, en su gran mayoría, y a excepción de algunos dirigentes como el presidente del partido en Córdoba, Marcos Carasso, habían trabajado en la Paso para Horacio Rodríguez Larreta. Y tenían algunas diferencias con la candidata presidencial.

El lejano tercer lugar al que habría caído Bullrich en Córdoba significa una catástrofe que festeja el peronismo llaryorista en la continuidad este lunes de la «fase ambulancia», recogiendo heridos de una coalición que quedó a las puertas del estallido. El entorno del intendente y gobernador electo, Martín Llaryora celebra el resultado porque significa la detonación de un espacio que estaba llamado, de manera conjunta y sin grietas, a ser su oposición en Córdoba.

Triunfo que, además, podría asegurar las tres bancas a diputados de las nueve en disputa en Córdoba, para la lista que lideró Schiaretti.

En tanto, la derrota agrandará las diferencias entre el radicalismo que responde a Rodrigo de Loredo y el espacio del Frente Cívico que lidera Luis Juez. Tanto para el rol de oposición en la Unicameral, como así también para ejercer ese papel en el Concejo Deliberante capitalino y donde el PRO buscará hacer valer su lugar con la macrista Soher El Sukaría como compañera de fórmula en aquel momento.

En Córdoba afirman que Schiaretti deja a Bullrich tercera, en un resultado de impacto nacional

Por esto, la primera reacción de festejo mesurado en el búnker schiarettista se vio con la expresión de quien es actualmente el viceintendente y será el sucesor de Llaryora, Daniel Passerini. Él fue uno de los primeros voceros de la buena expectativa del peronismo cordobés por los resultados en Córdoba y a nivel nacional.

En tanto, así como Llaryora celebra, el entorno de Schiaretti reconoció también que la dura derrota para Bullrich significa lo errática que estuvo la candidata presidencial de Juntos cuando se opuso al acuerdo entre el cordobés y Rodríguez Larreta. «Eligió a perdedor en todas, se equivocó siempre: apoyó a Juez y perdió, con De Loredo lo mismo. Encima, después uno se fue con Larreta y el otro desapareció. Y cuando los tuvo que buscar, a ellos y a Negri, prácticamente les tuvo que rogar», disparó un peronista a este sitio.

El otro increíble revés para Bullrich se produjo en Río Cuarto, la capital alterna de la provincia y el lugar elegido por la candidata el miércoles pasado para el cierre de campaña federal. En el sur cordobés, Bullrich también quedó tercera, detrás de Milei y de Schiaretti, tras un improductivo reciente paso de ella junto a todo el arco cambiemita.

La derrota, en lo que fue en su momento «la capital nacional del cambio», como la bautizó Mauricio Macri amenaza con convertirse en un final de ciclo para un armado que, al margen de las tensiones en la cúpula de Juntos, también tuvieron su impacto en Córdoba. Con las duras tensiones que se vivieron en medio de las campañas locales y los resultados adversos.

Por su parte, el segundo lugar a Schiaretti lo convierte en un factor interesante a la hora de sentarse a negociar gobernabilidad de cara al ballotage. Aunque, también puede desnudar fricciones entre un sector del peronismo cordobés que ocupa despachos en Provincia y en la Municipalidad que no comparten para nada el respaldo subterráneo a Milei.

Esto, sumado a algunas líneas vinculantes con Massa, y en plena transición provincial con Llaryora, evidenciará quién tiene el peso específico para inclinar voluntades en el cordobesismo.