La producción nacional de girasol de la campaña 2022/23 finalizó con 3,9 millones de toneladas cosechadas, volumen que representa el más alto de los últimos 10 años y que además supera en un 14% al promedio de los últimas cinco campañas (3,42 MTn).
Así lo indica un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) donde también se señala que «a pesar de la producción récord de los últimos 10 años, la caída en los precios generaría que la economía argentina reciba un 17% menos en comparación con la campaña anterior, con un total de 1.832 millones de dólares».
También aportaría 487 y 1.392 millones de dólares en términos de recaudación fiscal y exportaciones, respectivamente.
En total se sembraron 2 millones de hectáreas en el territorio nacional, que representan 17,6% más que la campaña 2021/22 y un 24,5% por encima del promedio de la superficie sembrada los últimos 10 años (2012-2022).
En relación al rendimiento medio nacional finalizó en 1990 kg/Ha, lo cual es un 3% inferior al promedio registrado en los últimos 10 años, que se explica como consecuencia de la intensa sequía que afectó al cultivo principalmente en la región centro-norte del país.
Sin embargo, «los rendimientos afectados en el NEA y Centro-Norte de Santa Fe se vieron compensados por los buenos resultados obtenidos en el Centro y Oeste de Buenos Aires y en los núcleos girasoleros del sudeste y sudoeste bonaerense», destaca el informe.
En detalle, regiones como el norte de Santa Fe sufrió una merma del 36,9% en los rindes en comparación a las últimas cinco campañas y producto de la sequía, que también golpeó a Entre Ríos (-30,8%) y el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, con caídas de 29,6 y 22,5%, respectivamente.
Para el caso del centro de Buenos Aires, los rindes estuvieron un 5,1% por encima de la media de los últimos cinco ciclos productivos y hacia el oeste de la provincia, la mejora fue del 3,3%.
