Qué economía le dejará el kirchnerismo al próximo gobierno

Se proyecta el efecto combinado del arrastre de la “inflación cero” de José Ber Gelbard que derivó en el “Rodrigazo” con el fracaso del Plan Primavera y la crisis inflacionaria del gobierno de Raúl Alfonsín

Por Roberto Cachanosky – Ni bien asumió la presidencia Alberto Fernández, sostuvo que la
culpa de la alta inflación era de la herencia que le dejó el gobierno de Macri. Luego, en
2020 pasó a argumentar que culpa de la pandemia. Al año siguió, encontró otros
responsables “los que remarcaban y ganaban mucho”. En el último año, la atribuyó a los
efectos de la invasión de Rusia a Ucrania. Y hoy considera que “autoconstruida”.
Pero en la última semana, la diputada kirchnerista Mariela Uceda, muy suelta de cuerpo,
dijo que la inflación era culpa de los aumentos en las tarifas de internet porque, según
afirmó, “la Corte Suprema de Justicia impidió que internet fuera declarado servicio público
y, por eso, las empresas hacen aumentos desmedidos”.
Sería bueno recordarle a la diputada que solo gracias a la “lista sábana” pudo llegar a
ocupar una banca en la Cámara baja, porque de otra forma se lo hubiese impedido su falta
de formación para hablar con coherencia. El servicio de internet tiene una ponderación
dentro del Índice de Precios al Consumidor del Indec varía del 0,76% al 0,85%
dependiendo de la zona del país que se tome. Difícil que ese rubro pueda explicar la
inflación de 95% el año pasado -tendría que haber aumentado 11.850%, aproximadamente.
Es muy común que los populismos como el kirchnerismo utilicen adjetivos calificativos
que nada dicen desde el punto de vista científico, pese a que este es un “gobierno de
científicos”, según dijo Alberto Fernández, ni bien asumió la presidencia.
En ningún momento, al presidente y a sus socios políticos de La Cámpora y kirchneristas
de paladar negro, se les ocurre hablar de la emisión monetaria como la causa de la inflación
y de la caída en la demanda de dinero, porque para ellos, esos son conceptos del FMI, los
liberales o cualquier otro que se oponga al populismo.
Además, ¿Qué son aumentos “desmedidos o ganar mucho”? En todo caso los que ganan
mucho son los mismos políticos que, aun con casi el 50% de la población bajo la línea de
pobreza, tienen su dieta, sus cargos en empresas públicas y ministerios con abundantes
cajas que pueden manejar a su antojo, o contratar legiones de empleados militantes y hacer
sus viajes al exterior.
Pero volviendo al tema de la inflación, desde que el kirchnerismo retornó al gobierno, la
base monetaria aumentó 237%, y además, el BCRA emite Letras de Liquidez y pases netos
a marcha forzada, con el consiguiente impacto en el déficit cuasifiscal.

En concreto, la entidad que preside Miguel Pesce está dejando una deuda impagable por
parte del próximo gobierno, que juega contra los depósitos de la sociedad en los bancos.
En 2022 y el inicio del 2023, el BCRA está haciendo un desparramo de emisión monetaria,
que crece a un ritmo del 10% mensual y a eso hay que agregarle la colocación de bonos de
regulación de la liquidez.
Sobre los intereses pagados por esa deuda, hay que recordar que el Presidente había dicho
en la campaña electoral 2019 que iba a “terminar con la timba financiera de las Lebac y que
con los intereses que se iban ahorrar le podría aumentar un 20% a los jubilados”. Hoy el
cuadro la situación es mucho más grave.
La realidad es que no solo no terminó con las Lebac y los Pases Netos, sino que aumentó la
deuda de las ahora bautizadas Leliq y Pases Netos en 10 veces el monto que recibió y los
intereses que paga el BCRA se multiplicó casi por 5, subió 389%, en tanto que la inflación
desde que llegó el kirchernismo es de 315 por ciento.
Pero el problema del cuasifiscal es una parte de la deuda que este gobierno está tomando
para financiar el exceso de gasto público.
Tomando solo la deuda del Tesoro Nacional, es decir sin considerar la deuda del BCRA,
bajo la presidencia de Alberto Fernández aumentó en el equivalente a USD 83.268
millones. En 4 años de gobierno de Mauricio Macri se elevó en USD 90.597 millones.
Si se toma el aumento de la deuda del Tesoro más la del BCRA, la situación para Alberto
Fernández se vuelve mucho peor como puede verse en el siguiente gráfico.
Mientras Macri se endeudó a un promedio de USD 1.642 millones por mes, Alberto
Fernández, lo hizo en los primeros tres años de presidencia a un ritmo de USD 3.274
millones por mes.
De lo anterior surge que este gobierno le estará dejando al que viene una deuda pública
impagable, sin activos para cancelarla, porque el BCRA casi no tiene reservas propias, las
tarifas de los servicios públicos acumulan atrasos y el tipo de cambio real baja mes a mes.
Es equivalente al arrastre de la “inflación cero de Gelbard”, a fines de 1974 que terminó en
el rodrigazo, con el fin del Plan Primavera y el estallido del 6 de febrero de 1989. Esas dos
tormentas no las sufrirá el próximo gobierno, la sufrirá la población.