Se hizo pasar por juez y estafó a familiares de presos en Simoca

El hombre llamó a la comisaría de la localidad diciendo ser un magistrado y obtuvo datos de los detenidos. Luego, se comunicó con sus familiares afirmando que por una suma de dinero les otorgaría el arresto domiciliario.

Familiares de detenidos de la comisaria de Simoca, al sur de Tucumán, fueron víctimas de una
estafa por parte de un hombre que se hizo pasar por juez, que les pidió dinero a cambio de lograr el
arresto domiciliario.
En una hábil maniobra, un sujeto que se hizo pasar como juez logró obtener los datos de las
personas detenidas en la comisaría de Simoca para luego cometer estafas virtuales, en las que
obtuvo más de 400.000 pesos por parte de familiares de los presos, a quienes les prometía que
obtendría el beneficio del arresto domiciliario y hasta desvincularlos de las causas en que se
encuentran imputados.
Según informó La Gaceta, todo ocurrió en un lapso de pocas horas, cuando el falso funcionario
judicial se comunicó con la seccional de esta localidad del sudeste tucumano, consiguiendo con la
oficial de guardia le entregara los contactos de las familias de los 11 detenidos, luego que la joven
mujer policía consultara a sus superiores y recibiera el visto bueno.
Con los datos, inició las estafas virtuales, en la que, si bien la mayoría rechazó el “ofrecimiento”, en
al menos tres casos logro que le depositaran distintas sumas en su cuenta bancaria, prometiendo que
los presos accederían al arresto domiciliario, pese a que algunos de ellos están acusados de delitos
graves, tales como abuso sexual.
De acuerdo a la investigación, el desconocido dijo ser el juez Mario Alejandro Martínez y al
comunicarse la comisaría de Simoca le pidió a la oficial de guardia que le entregara la nomina de
los presos y los números de teléfono de sus familias, en un plazo perentorio de una hora. Entonces,
la joven policía comunicó la novedad a sus superiores y recibió la orden de suministrar esa
información, que luego le dio al estafador.
A los pocos minutos, allegados a los detenidos en Simoca comenzaron a recibir los llamados de
quien dijo ser un fiscal, a cargo de las causas en que están imputados, “ofreciendo el arresto
domiciliario a cambio de una transferencia de 500.000 en cada caso”. Muchos de los que iban a ser
damnificados se negaron a la “negociación”, pero otros accedieron y así giraron sumas inferiores,
cayendo en la trampa.
Entonces, cuando no se produjeron las “novedades esperadas”, esos familiares contaron lo sucedido
a sus abogados y allí fueron advertidos que se trataba de una maniobra delictiva, una de las
modalidades de estafa virtual poco conocida, pero que tendría algunos antecedentes.
Tras las denuncias de las víctimas, se abrió una investigación tendiente a identificar al hombre que
logró engañar a las familias de los presos, al mismo tiempo que se notificó de lo ocurrido al
Ministerio de Seguridad de Tucumán, ante el accionar negligente del personal policial que entregó
los datos, sin descartarse cierta complicidad.