Lluvia de pesos: cómo hace Massa para eludir restricciones a la emisión que impuso el FMI

El acuerdo con el organismo pone límite a la asistencia al Tesoro, pero durante 2022 se emplearon estrategias para sortearlo. El resultado: la inflación

Al margen de las discusiones técnicas y dogmáticas, en el plan económico en curso, que está atado al programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la reducción de la emisión monetaria es un pilar.

Massa aceptó el cargo de Ministro de Economía con este paquete ya cerrado y, con el correr de los meses, fue encontrando atajos para imprimir pesos sin incumplir la meta de 0,8% de asistencia firmada.

El concepto de «Adelantos transitorios» y «utilidades» que habitualmente se usaban para cubrir el déficit fiscal fue mutando y los billetes siguieron saliendo del Banco Central, pero hacia otros destinos.

Tal como señala un informe de Porfolio Personal Inversiones (PPI), en rigor a la verdad, el artilugio contable comenzó en el mandato de Martín Guzmán en mayo, cuando le vendió DEGs (la moneda del FMI) del Tesoro al BCRA por $322.000 millones (0,4% del PBI) y luego siguió en junio, con rescate de la deuda en pesos, con lo que evitó emitir los vencimientos.

Massa repitió la experiencia de una emisión «blue» durante septiembre y diciembre con el «dólar soja»: emitió la diferencia entre el valor del dólar oficial y el tipo de cambio especial $200 y $ 230, respectivamente, que representó entre 1,4% y 0,5% del PBI, según precisó PPI.

¿Cuál es el resultado final? La emisión bruta de 2022 fue superior a la de 2021 (6,6%, producto del plan «Platita») y apenas inferior a las de 2020 (8%) en medio de la pandemia.

El combo termina con una presión sobre los precios que impulsan la inflación a cerca del 100% anual.

«En definitiva, no existen fuentes de financiamiento genuinas para una política económica de déficits fiscales crónicos. Al final del camino, la única fuente termina siendo el BCRA, que realiza contención de daños ex-post. La dominancia fiscal está más presente que nunca», enfatizó el trabajo.

 

El fuerte impacto del dólar soja

Respecto del «dólar soja», la Fundación Libertad y Progreso también realizó una observación de carácter metodológico y técnico pero que permite entender los desequilibrios de la economía y las consecuencias que luego derraman en el día a día.

Acerca del primer dólar soja que rigió durante septiembre, puntualizó: «El Tesoro absorbió y compensó la pérdida patrimonial que significó el ‘dólar soja’ para el Banco Central, pero la contabilizó por fuera de los gastos primarios, corrientes y de capital (por debajo de la línea). Esto resultó en un aumento de la deuda del sector público nacional mucho mayor al que se condice con el resultado primario que surge de las cuentas públicas», señaló la entidad que comanda Aldo Abram.