Otro frente de conflicto para Alberto: los gremios, en «llamas» por la reforma laboral que propuso su nuevo asesor

Antonio Aracre asumió hace menos de una semana, pero quedó en el centro de las críticas. "Nunca entró a una empresa", sostuvo Pablo Moyano

Se sabe: la sola mención de «reforma laboral» dispara el inmediato rechazo de la dirigencia que ni empieza a discutirlo. Sin embargo, como si el Gobierno disfrutase tirarse tiros en los pies, designó al CEO de Syngenta Antonio Aracre como jefe de Asesores del Presidente Alberto Fernández, que comenzó su gestión con la intención de «modernizar el mercado de trabajo». Las críticas no se hicieron esperar, lideradas por uno de los cotitulares de la CGT, Pablo Moyano, quien definió al nuevo funcionario como «un técnico que nunca habrá salido de una oficina», lo calificó de «chanta» y hasta le pidió al jefe de Estado que lo despida.

Los rechazos a Aracre se fueron sucediendo con el correr de los días. Desde el Frente Sindical para el Modelo Nacional que encabeza Moyano también salieron a cuestionarlo el titular del sindicato de Canillitas, Omar Plaini, que le recomendó que revise a las empresas proveedoras del Estado que tienen «trabajadores no registrados», en lugar de «caer en el mismo error de los neoliberales o sectores de derecha que están obsesionados con la legislación laboral argentina, a la que quieren erradicar definitivamente».

Las críticas continuaron a lo largo de los últimos días, no solo con expresiones de la dirigencia de la CGT o de las dos CTA, sino también de diputados y senadores del Frente de Todos, que ni siquiera aceptaron las aclaraciones de Aracre quien explicó que las declaraciones fueron «a título personal» y que el Presidente «no piensa ni cree necesaria una reforma laboral».

 

Advertencias de Pablo Moyano: «No vamos a esperar otro año»

En las últimas semanas, Moyano parece haber asumido otra postura con el Gobierno. Algunos sostienen que se debe a varias demandas incumplidas (cobertura de asignaciones familiares para todos los trabajadores y trabajadoras; impacto del impuesto a las Ganancias, suma fija generalizada para enfrentar la inflación…). Había adelantado: «No vamos a esperar otro año para que se cumplan nuestros reclamos» y advirtió que podría recurrir a medidas de fuerza.

«Tenemos un millón de trabajadores que pagamos Ganancias y es una locura. Le sacamos las retenciones a las mineras y le seguís cobrando al laburante. O enfrentamos en serio al poder y los poderosos… o seguimos tibios», graficó.

Tras las expresiones de Aracre, el secretario Adjunto de Camioneros afirmó: «Seguramente nunca subió a un camión, nunca agarró un cepillo para barrer una empresa con lluvia o con calor; nunca habrá entrado a una empresa a laburar. La verdad que como dirigente gremial, como peronista, no podemos aceptar que estos tipos, que en la puta vida sufrieron la persecución o la explotación de los empresarios, hoy vengan libremente a decir ‘yo voy a presentar un proyecto de reforma laboral».