Moscú ahora apunta al papel de Estados Unidos en el devastador ataque.
«El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el lunes que las fuerzas ucranianas utilizaron un sistema de cohetes Himars suministrado por Estados Unidos para destruir una instalación utilizada como base para las tropas movilizadas en la ciudad de Makiivka», informa The Wall Street Journal sobre el ataque en el Donbas ocupado por Rusia.
Ese mismo funcionario es uno entre varios comentaristas militares rusos que arremetieron contra los altos comandantes por la aparente falta de protección de los cientos de personas que se encuentran en un área pequeña. Fuentes rusas dicen que al menos dos de los misiles entrantes entre los seis disparados por los ucranianos fueron derribados por las defensas antiaéreas.
Girkin dijo en Telegram: «Este no es el único despliegue [extremadamente denso] de personal y equipo en la zona de destrucción de los misiles HIMARS», también en referencia a los informes de municiones almacenadas peligrosamente cerca.
Otros expertos dicen que el uso de teléfonos celulares u otras posibles comunicaciones de fuente abierta por parte de las tropas podría haber alertado a los ucranianos sobre la presencia y ubicación de la base, dado el potencial de señales interceptadas.
Además, Reuters hace referencia a la siguiente fuente rusa, un bloguero militar ruso a favor de la guerra conocido como Rybar, que tiene más de un millón de suscriptores en la aplicación de mensajería Telegram, dijo que más de 100 personas resultaron heridas en el ataque y que aún se estaban limpiando los escombros.
Rybar dijo que había unas 600 personas en el edificio y que las municiones se habían almacenado en las mismas instalaciones.
Y The Telegraph señala que esto podría superar el evento anterior más desastroso desde el principio de la invasión:
Ucrania estimó el número de muertos en «alrededor de 400», y algunos separatistas prorrusos en la región acordaron que habían muerto «cientos». El Kremlin, en una rara admisión, dijo que 63 hombres habían muerto, superando con creces el número oficial de muertos por el hundimiento del buque insignia Moskva.
