El peronismo denunció maniobras de la Franja y se pica el congreso de la Federación Universitaria

El radicalismo tachó a 92 representantes estudiantiles. El frente que lidera la JUP gritó "proscripción" y fue a la Justicia.

El sueño del peronismo unido de conseguir un triunfo histórico en la Federación Universitaria Argentina (FUA) que comanda la Franja Morada deberá esperar. El congreso para elegir autoridades, previsto para el sábado pasado, se postergó para el 3 de diciembre. La oposición denuncia maniobras que considera proscriptivas por parte del oficialismo con el objeto de seguir manejando la organización que nuclea la vida gremial de la comunidad estudiantil de educación superior. De hecho, realizó una presentación judicial y no concurrirá este sábado. para bloquear el cuórum y la renovación de la nueva conducción.

Como adelantó Letra P, las principales fuerzas políticas opositoras decían tener los votos necesarios para dar el batacazo y ganar la presidencia de la FUA. El radicalismo universitario, que conduce ininterrumpidamente la FUA desde 1983, vio peligrar su hegemonía y, según reclama el peronismo, comenzó a mover la maquinaria política de los claustros para evitar que la alianza de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y las organizaciones del Frente Nueva Reforma (FNR) impactara en la votación de autoridades y terminara el año quedándose con una victoria histórica.

La elección de autoridades llegaba después de cuatro años de un mandato que fue votado en 2018 y prorrogado en 2020 por la pandemia. Ante el nuevo escenario, en la reunión de junta ejecutiva del 17 de noviembre, referentes de la Franja Morada con el presidente de la FUA, Bernardo Weber, a la cabeza, desconocieron las actas de 92 centros de estudiantes de 11 universidades, con el argumento de que el estatuto establece que las elecciones de representantes estudiantiles no deben tener más de 18 meses respecto de la convocatoria del congreso.

“El congreso tiene que renovarse porque ya estamos pasados de plazos. Se dieron casi dos años donde todo el movimiento estudiantil renovó sus autoridades de cogobierno. Incluso las que están en discusión lo hicieron en más de una oportunidad y no llamaron nunca a elecciones de centro de estudiantes por ‘cuestiones políticas’”, responde Weber al ser consultado sobre las motivaciones que llevaron al oficialismo a desconocer las actas de los centros de estudiantes en cuestión.

Las agrupaciones universitarias opositoras hacen otra lectura y consideran que se trata de una «maniobra» de Franja Morada para dejar afuera a delegadas y delegados que eventualmente podrían dar vuelta la elección y hacer que el peronismo unido se alce con la conducción de la federación. «Se les está demandando a los centros de estudiantes lo que una federación nacional no pudo concretar”, se queja Constanza Bossio, socióloga de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y actual secretaria general en representación de la JUP como segunda fuerza más votada en 2018.

“El argumento está flojo de papeles porque la FUA ni siquiera está convocada en base al estatuto que dice que el congreso tiene que ser convocado por la junta representativa, que son los presidentes de las federaciones regionales», sostiene Bossio, y agrega: «Eso nunca sucedió, la convocó la presidencia en junta ejecutiva. A partir de ahí no se respeta nada del estatuto”.

Ante la decisión adoptada por la conducción radical de la FUA, el peronismo universitario decidió no dar cuórum el 3 de diciembre y llevó el reclamo ante la Justicia, con la presentación de un amparo para pedir que se declare la nulidad del llamado al congreso. Fuentes de la JUP dijeron a Letra P que tampoco pueden avalar que se queden afuera representantes de las universidades nacionales de La Plata, Misiones, Hurlingham, José C. Paz, Cuyo, Comahue, Tucumán, Jujuy, Villa María, La Pampa, Río Negro y La Rioja, entre otras.