Canadá quiere recibir a 1,5 millones de inmigrantes para 2025

Anunció un agresivo plan inmigratorio que busca dar respuesta a inconvenientes específicos que podrían poner en peligro su economía en un futuro cercano

Canadá está apostando por la inmigración para llenar el vacío que deja en su economía el envejecimiento de la generación del “baby boom”. Pero no todo el mundo está de acuerdo con la llegada de tantos extranjeros.

A principios de noviembre, el gobierno federal anunció un agresivo plan para acoger a 500.000 inmigrantes al año de aquí a 2025, lo que sumaría un total de 1,5 millones de nuevos migrantes.

Con este plan, Canadá recibiría cada año un número de residentes permanentes ocho veces mayor -por población- que Reino Unido y cuatro veces más que su vecino del sur, Estados Unidos. Una encuesta reciente, sin embargo, muestra que también hay ansiedad por acoger a tantos recién llegados.

 

Canadá apuesta a lo grande

Durante muchos años, Canadá estuvo intentado atraer a los residentes permanentes -inmigrantes que tienen derecho a permanecer en el país de forma indefinida- para mantener el crecimiento de la población y la economía. El año pasado, el país acogió a 405.000 residentes permanentes, la cifra más alta de su historia.

Las razones tienen que ver, en cierto modo, con simples matemáticas. Como muchas naciones occidentales, Canadá tiene una población que envejece y una tasa de natalidad baja. Esto significa que si el país quiere crecer, tendrá que traer inmigrantes. La inmigración suma al crecimiento de la población activa y para 2032 se espera que también aporte al incremento de la población del país, según un comunicado de prensa del gobierno.

En la actualidad, uno de cada cuatro canadienses llegaron al país como inmigrante, la cifra más alta entre las naciones del G7. En Estados Unidos, conocido como “el crisol de culturas del mundo”, solo 14% son inmigrantes.

Geoffrey Cameron, politólogo de la Universidad de McMaster, opina que aunque muchos países, como Canadá, se enfrentan a tasas de natalidad más bajas y al envejecimiento de la población, el éxito de cualquier sistema de inmigración depende del apoyo popular.

“El factor limitante para la mayoría de los países es la opinión pública”, asegura. En EE.UU., donde el número de inmigrantes que entra en el país a través de la frontera sur alcanzó un máximo histórico, existe una preocupación generalizada por tener más inmigrantes que puestos de trabajo.

En Canadá, por otro lado, hubo históricamente un apoyo muy alto a la inmigración. “Creo que parte de la razón es que hay un grado de confianza pública en que la inmigración a Canadá está bien gestionada por el gobierno y también se gestiona de una manera que sirve a los intereses del país”, explica Cameron.

 

Eso no significa que no haya problemas con la inmigración.

En los últimos años, la afluencia de inmigrantes en la frontera con Estados Unidos causó cierta controversia, y la aparición de un nuevo partido de derecha en 2018, el Partido Popular de Canadá, mantuvo el tema en la conversación nacional en el período previo a las elecciones federales de 2019.

Ciertas partes de Canadá también tienen opiniones diferentes sobre la inmigración.

Cuando el gobierno anunció sus agresivos objetivos de hasta 500.000 nuevos inmigrantes al año (una cifra un 25% mayor que en 2021), la provincia de Quebec, que puede fijar sus propios límites de inmigración, dejó claro que no aceptaría a más de 50.000 al año. Esto significaría que Quebec, que tieneel 23% de la población del país, solo acogería a 10% de los extranjeros.

El Primer Ministro de Quebec, François Legault, afirmó que le preocupa que más inmigrantes debiliten la lengua francesa en la provincia. “Ya con 50.000 es difícil frenar el declive del francés”, aseguró.