Todo lo que los chinos piden a cambio de prestarnos plata: base militar, 5G, represas y materias primas

La decisión de ampliar el swap viene secundada de un paquete de intereses sobre los que China mantiene el foco. Cómo es el posicionamiento estratégico

Atono con el rasgo estratégico de cada uno de sus movimientos, la decisión china de autorizar la ampliación del swap o canje de monedas por 35.000 millones de yuanes –alrededor de 5.000 millones de dólares– viene secundada de un paquete de intereses y exigencias que la potencia oriental no ha dejado de explicitar ante los funcionarios de la gestión Fernández-Fernández. Desde la obsesión por participar del negocio local del 5G hasta el posicionamiento permanente sobre activos y recursos clave para su crecimiento, China sigue entendiendo a la Argentina como un espacio clave para su expansión geopolítica y el desafío que sostiene con Estados Unidos.

Es desde esa perspectiva que los fondos frescos anunciados esta semana tienen como «lado B» una batería de demandas que la potencia espera sean atendidas por el Ejecutivo. Y que comprenden una luz verde para continuar participando de obras de infraestructura como las ultra anunciadas represas en la Patagonia y un apoyo concreto al interés asiático por hacer pie en Tierra del Fuego a través de un puerto estratégico.

En cuanto a las centrales Gobernador Jorge Cepernic y Presidente Néstor Kirchner pautadas para Santa Cruz, funcionarios y ejecutivos de Eling Energía, Gezhouba e Hidrocuyo, las compañías que integran la UTE detrás del proyecto, poco a poco vienen retomando el diálogo para hacer efectivo el reembolso financiero de los casi 20.000 millones de pesos que Nación destinó al emprendimiento en los últimos años.

Este movimiento que resurge también mantiene expectante al Gobierno, que apunta a hacerse con 6.500 millones de dólares adicionales para culminar las obras. Entre 2014 y 2017 China acercó a las arcas oficiales algo más de 1.500 millones de dólares.

Tierra del Fuego: entre fertilizantes y una base estratégica

La potencia no deja de observar a la Argentina como un proveedor de materiales clave para su actividad agropecuaria. De ahí la decisión de poner pie en el mercado de los fertilizantes con un proyecto de procesamiento en la provincia de Tierra del Fuego.

En agosto, los gobernadores del territorio patagónico, Gustavo Melella, y de la provincia china de Shaanxi, Zhao Yide, acordaron una inversión de 1.250 millones de dólares de la empresa Shaanxi Coal Group para montar instalaciones para la venta al exterior. Esto, en momentos en que, reconocieron ambos actores políticos, la crisis internacional hace escasear estos productos.

La inversión prevé la mejora de los puertos de Tierra del Fuego para el traslado de los fertilizantes que se generen a China y la construcción de una central térmica que abastecerá de energía a la planta.

«En el acuerdo, Shaanxi Coal Group se compromete a invertir en el desarrollo de un proyecto con una capacidad anual de 600.000 toneladas de amoníaco sintético y 900.000 toneladas de urea, entre otros fertilizantes y herbicidas. Con ese objetivo, también construirá una terminal portuaria multipropósito con recinto interno (que permite el amarre de embarcaciones de 20.000 toneladas) y una central eléctrica de 100MW», se informó de manera oficial.

El avance de este emprendimiento encendió las alarmas a principios de este mes tras las versiones de que China aprovecharía esta inversión para montar una base naval en la provincia fueguina. Dada esta presunción, el mismo Melella salió a negar esa posibilidad y también las observaciones respecto de un potencial interés chino por hacer pie en la Antártida argentina.

Sin embargo, en las últimas semanas trascendió que la potencia consiguió agilizar los planes para construir una base en Ushuaia. Las instalaciones serían de uso exclusivo para el personal militar chino, y entre otras opciones de funcionamiento podría controlar el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, además del monitoreo de las comunicaciones en todo el hemisferio.