El Imacec, una aproximación del producto interno bruto, subió un 0,2% con respecto al mes anterior, lo que se compara con la estimación media de una caída del 0,4% según los analistas encuestados por Bloomberg. Frente al mismo mes del año anterior, la actividad descendió un 0,4%, según informó el miércoles el banco central.
La economía chilena, una de las más ricas de América Latina, se enfrenta a fuertes vientos en contra, que incluyen presiones de precios, altas tasa de interés e incertidumbre política. Los responsables de la política monetaria han dicho que los aumentos de los costos de endeudamiento, que acumulan un total de 10,75 puntos porcentuales, están comenzando a afectar la actividad. Mientras tanto, las conversaciones avanzan lentamente sobre futuros cambios a la Constitución y sus famosas leyes favorables al mercado.
El comercio creció un 0,8% en el mes, mientras que los servicios subieron un 0,4%, según el banco central. La actividad minera se mantuvo sin cambios durante el período.
El Gobierno chileno está dispuesto a aumentar la ayuda a las personas de menores ingresos en previsión de una recuperación económica que no comenzará antes de mayo del próximo año, dijo en una entrevista en octubre el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
El banco central espera que el producto interno bruto se contraiga un 1,5% en 2023, debido a la caída de la demanda interna y la inversión. Es un cambio notable después del aumento récord del 11,7% impulsado por los estímulos en 2021.
