«Todo demasiado tranquilo», explicó una fuente gremial, descartando de plano que la interna de la Confederación General del Trabajo (CGT) haya recrudecido en los últimos días por los dichos de uno de sus cotitulares, Pablo Moyano, en referencia a una movilización de la central obrera en respaldo de Cristina Kirchner, cuando el viernes asuma su defensa en el juicio de Vialidad. En realidad, la marcha en apoyo a la Vicepresidenta de la Nación fue «más mediática que real», agregó el vocero consultado.
Cuando se supo que Cristina Fernández iba a exponer su defensa en la causa Vialidad el 23 de septiembre, desde La Cámpora vieron la posibilidad de reflotar las manifestaciones que se daban frente al edificio de Recoleta. El viernes pasado Moyano aseguró que «se habla de un acto cuando la Vicepresidenta declare» y agregó: «Vamos a acompañar de forma masiva también a esa movilización», incluyendo a la CGT.
El anuncio hizo ruido en la sede de Azopardo, pero no generó reacciones al punto que no hubo ni siquiera una reunión de la mesa chica. Uno de los participantes de dicho círculo comentó a este medio: «Ya estamos acostumbrados a estas salidas de Pablo… nosotros estamos organizando la movilización del 17 de octubre que, estimamos, será a Plaza de Mayo».
En tanto, la CTA de los Trabajadores que lidera Hugo Yasky y la CTA Autónoma que encabeza Hugo «Cachorro» Godoy estaban decididas a marchar «sin importar lo que diga o hace» CGT. La misma determinación había tomado la Corriente Federal de los Trabajadores de Sergio Palazzo y algunos movimientos sociales afines al kirchnerismo. Sin embargo, desde el propio entorno de Cristina Kirchner se ordenó desactivar la movilización.
La estrategia es que la causa judicial no se vea «ensuciada» por un reclamo popular y que sea utilizada como una «presión» contra los jueces y fiscales. Sostienen que «si hay un fallo a favor de Cristina, la oposición y los medios concentrados van a decir que fue por las movilizaciones»
Por otro lado, en el Frente de Todos consideran que no hay que abandonar esa «épica» callejera que se abortó con el intento de magnicidio. Por un lado, continuarán las gestiones en torno a un diálogo con referentes de la oposición, mientras las centrales obreras, el partido Justicialista, los intendentes y los movimientos sociales comenzarán a dialogar en la organización y logística de una mega movilización para el 17 de Octubre.
