Woody Allen se retira del cine: “Me dedicaré a escribir novelas”

Se producirá una vez que el director de Manhattan y La rosa púrpura de El Cairo termine el rodaje de su largometraje número 50, Wasp 22

Asus 86 años, Woody Allen confirmó que este será el año de su último rodaje y, en una entrevista con el medio español La Vanguardia, admitió que su plan a corto plazo es abandonar la industria del cine y enfocarse solamente en escribir cuentos y novelas. “Mi idea, en principio, es no hacer más películas y centrarme en escribir”, dijo la estrella del cine. Ahora, el aclamado director querría centrarse en un nuevo ámbito, la escritura.

No es la primera vez que Allen expresa estos pensamientos. Algo parecido había insinuado en una charla que tuvo en enero pasado, pocos días antes del estreno en la Argentina de su película más reciente, Rifkin’s Festival. “Creo que podría dejar de hacer películas, es una posibilidad. El cine está tomando una dirección que no me interesa”, señaló en ese momento. “Lo más probable es que haga al menos una película más. Gran parte de la emoción de hacer cine se ha ido. Cuando empecé, la película que uno hacía llegaba a las salas de cine de todo el país y la gente iba a verla. Ahora hacés una película y con suerte disponés de un par de semanas en alguna sala, quizás cuatro o seis, y luego pasa directamente al streaming o al pay per view”, había explicado con bastante amargura. El artífice de grandes éxitos podría sentirse desmotivado con la industria: “La emoción se ha ido”.

A finales de junio, el director, actor y cómico ya había confesado en una entrevista con Alec Baldwin que su retiro era inminente. Aparte de su edad, disparó: “Las cosas ya no son como antes en el mundo del espectáculo”, y a su vez sostuvo: “Ya no interesan tanto las historias humanas. Cuando empecé, las películas llegaban a los cines de todo el país y cientos de personas iban a verlas en grandes grupos”, recordaba. Mientras que ahora, con las plataformas de video bajo demanda, el paso de las películas por el cine es casi anecdótico. Y es que ya no lo disfruto tanto ni me divierto haciendo películas”. La acusación en su contra acerca del supuesto abuso sexual a su hija Dylan Farrow -de la que salió absuelto en la Justicia- probablemente sea otro de los factores que hizo eco en esta decisión.

En el último tiempo, el cineasta filmó con mayor frecuencia en Europa que en su amada Nueva York, ya que las acusaciones de abuso en su contra en los Estados Unidos le restaron apoyo para financiar sus producciones. Hace dos años inauguró el Festival de Cine de San Sebastián con Rifkin’s Festival, que había rodado en esa ciudad y que transcurría durante una presunta edición del Festival. Dicha película tuvo un estreno limitado en los cines de los Estados Unidos y en el resto de Europa. En la Argentina, Rifkin’s Festival fue la película menos taquillera de la historia del director. Vendió, en sus cinco semanas en cartel, apenas 10.299 entradas.

Su nueva película estará ambientada en París y será “emocionante, dramática y además siniestra”, acotó el director. Así que la que sería su última realización y su despedida como director además de rodarse en París será interpretada íntegramente en idioma francés.

En la entrevista en enero pasado había anticipado algo más. “Tiene una naturaleza parecida a lo que cuento en Match Point. Una historia policial que gira alrededor de temas como el azar, la casualidad, las oportunidades y la buena o mala suerte. Son cuestiones que me interesan mucho. Es una historia que podría transcurrir tranquilamente en Nueva York, Londres o Barcelona, pero me parece que el lugar ideal para desarrollarla es París”, contó. Todo parecería indicar que el carismático director de Annie Hall y Manhattan ya tiene fecha de retirada. Y será la escritura el territorio donde se sentirá más cómodo para disfrutar sus próximos años.