La sequía se agrava en el Rin, la principal vía fluvial de Europa

El majestuoso río que atraviesa varios países del centro del continente alcanzó su nivel histórico más bajo y forzó la reducción del movimiento comercial

El Rin alcanzó este jueves el nivel más bajo registrado jamás. Producto de las gigantescas sequías que padece Europa, el agostamiento de esa vía fluvial crucial para el continente despierta temores de parálisis económica.

“El tráfico en una de las grandes arterias fluviales de Europa podría ser interrumpido en algunas semanas. Por el momento, las barcazas que la navegan están obligadas a reducir su carga al 30% de su capacidad”, se lamenta Michel Girard, capitán de la chata “Alorba”, citado por el periódico local Rhein Zeitung.

Las orillas se han transformado en amplios bancos de arena y canto rodado, permitiendo a los bañistas disfrutar del agua sin temor a ser arrastrados por las peligrosas corrientes que atraviesan uno de los ríos más caudalosos del continente. Mientras tanto, el tráfico se reduce día a día. Los trasbordadores para cruzar abandonan su servicio, uno detrás de otro. A falta de pontones flotantes, varias compañías de crucero anularon sus programas y los turistas son incapaces de acceder a los barcos sin barcazas.

Si bien las esclusas siguen en actividad, asegurando al menos tres metros de fondo, ciertos pasos plantean serios problemas y bloquean el tráfico. El más problemático se encuentra en Kaub, cerca de Coblenza, en Alemania, donde el nivel cayó a 56 centímetros, cuando las chatas necesitan teóricamente un mínimo de 1,5 metros.

Una pesadilla para todos los que viven de esa actividad. Por ejemplo, para Roberto Spranzi, director de la sociedad ETG, en el puerto de comercio de Duisburgo.

“¡En 42 años jamás vi esto! Es terrible porque las posibilidades del trasporte fluvial se ven limitadas en momentos en que Alemania más la necesita. Las barcazas que transportaban el carbón fueron vendidas porque el país debía detener su explotación, mientras que muchos barcos partieron a transportar los cereales de Ucrania”, se lamenta.

Los precios al contado por el transporte de mercadería del puerto holandés de Rotterdam a Karlsruhe, en Alemania, llegaron a 110 euros la tonelada el 10 de agosto. En junio era de unos 20 euros por tonelada de carga.

El Rin serpentea a lo largo de 1288 kilómetros por Europa. Pen Alemania, por él transita el 80% del transporte fluvial de mercadería. Es una arteria vitar para el carbón, gracias al cual la primera economía de Europa compensa actualmente la penuria de gas ruso. Las empresas Thyssen Stahl y Krupp Mannesmann, que disponen de sus propias capacidades logísticas con 16 remolcadores, ya anunciaron la interrupción del transporte de lignito y de hulla. Para que el coque llegue a las centrales eléctricas, el Ministerio de Transporte estudia la posibilidad de encaminarlo por tren o por camión. Convoyes que podrían ser declarados prioritarios por decreto federal.

 

El peor momento

El consultor Facts Global Energy evaluó las consecuencias en caso de parálisis total del tráfico en el Rin: “La distribución de 400.000 barriles por día de productos petroleros podría verse obstaculizada”, afirma el documento, agregando que esa “grave perturbación de una importante ruta de aprovisionamiento en gasoil hacia la Europa interior no podría producirse en un peor momento”.