Alarmantes expresiones racistas

El vicepresidente boliviano pidió excluir a personas de raza blanca y quiere ser el primer “verdadero” indígena en llegar a presidente

El vicepresidente David Choquehuanca propone excluir o expulsar a los blancos del país.

Las declaraciones se producen en medio de la interna con Evo Morales de cara a las elecciones de 2025

David Choquehuanca, vicepresidente de Bolivia, lanzó su campaña presidencial con un mensaje racista: les dijo a sus seguidores que nunca deben confiar en los “karas”, es decir en los blancos.

La idea de este aimara es convertirse en el “verdadero” primer presidente indígena de Bolivia, pues niega esa condición a Evo Morales, sólo por su apellido de origen español.

David repite en sus actos de proselitismo que él espera con ansiedad la llegada del año 2032, porque entonces se cumplirán 500 años de la llegada de Diego de Almagro a las tierras de los aimaras y “se acabará la maldición europea”.

Le hizo homenajes a un joven aimara que el 12 de octubre pasado destrozó con un martillo el rostro del monumento a Cristóbal Colón, una pieza de mármol de Carrara que la colonia italiana obsequió a la ciudad de La Paz.

Choquehuanca pertenece a la corriente aimara que a principios de siglo tuvo como líder a Felipe Quispe, el “mallku”, quien decía que Bolivia es una república que no tiene sentido de existir, y que corresponde volver al Tawantinsuyo (cuatro países), el reinado de los incas.

En ese caso, lo que hoy es Bolivia se llamaría Kollasuyo, por lo menos en las regiones del altiplano, dejando las llanuras amazónicas sin dueño, vacantes, lo que cambiaría la geografía de la región.

Quispe rivalizaba entonces con Evo Morales y marcaba las diferencias: “Nosotros somos indígenas, pero no somos cocaleros”. Es decir que cultivan papas en el altiplano.

El otro aimara aludido, Morales, nació en el altiplano, pero se hizo famoso como dirigente de los cocaleros de Chapare, una región selvática adonde emigró y comió por primera vez una naranja, según su propio testimonio.

Esta vez, Morales ha sentido la tentación de copiar los mensajes de Choquehuanca y la semana pasada dijo que su partido, el MAS, busca sumar dos millones de militantes inscritos “para cumplir el sueño de Túpaj Katari”.

Morales propone una “segunda revolución nacional y popular”, asumiendo que la primera fue aquella en la que él ganó las elecciones en 2006.

Estos dos aspirantes a candidatos en las elecciones de 2025 están demasiado adelantados, aunque Morales tiene en mente adelantarles la fecha.

La idea del cocalero es que dimita Arce y se produzcan dimisiones en cascada para dejar un vacío de poder que obligue a llamar a elecciones de inmediato.