Se entregó en Tucumán «El Faraón del Pollo», acusado por homicidio en una fiesta en Mar del Plata

El empresario y rugbier Juan Jesús Piero Pinna se presentó ante la justicia de su provincia junto a su abogado.

Había huido de la ciudad balnearia con su novia tras el crimen de Maximiliano Rihl.

Foto: Piero Pinna, Damián Ríos y Romina Ulloa García

Tras acribillar a balazos a Maximiliano Rihl (44), el asesino había escapado junto a su novia, Romina Ulloa García, la hija del ex chofer de Néstor Kirchner Rudy Ulloa. Las cámaras municipales de Mar del Plata el mismo domingo del crimen le habían seguido la pista desde que huyó del festejo privado hasta el centro de la ciudad, donde lo perdieron. Pese al aviso a la Policía, el sospechoso logró llegar hasta San Miguel de Tucumán.

Así, el prófugo por el crimen de Rihl que había escapado del balneario Horinzonte a bordo de su Toyota Corolla blanco ante la vista de todos los invitados al cumpleaños número 51 del empresario Mauricio Damián Ríos

“De su novia nada se sabe”, ampliaron las fuentes consultadas aunque destacaron que, por ahora, no hay delito para imputarle: “Solo se subió al coche y se fue con él”.

Fueron nueve disparos los que hizo el tucumano Piero Pinna antes de huir esa madrugada de domingo y en el marco de la fiesta privada por el cumpleaños de Ríos. Algo pasó durante el festejo y luego de que el ahora detenido, su novia y el cumpleañero posaran para la foto frente a la torta con el número 51. No está claro aún el móvil, pero el tucumano discutió con otro de los invitados: Ariel Núñez, un empresario oriundo de Quilmes que estaría vinculado a Ríos y quien terminó con una fractura.

Luego, Piero Pinna salió del salón. Rihl fue detrás de él a calmarlo. Y ahí se desató la locura: el ex rugbier disparó y cuatro de esos balazos dieron de lleno en el cuerpo de la víctima. El tiro que impactó en la zona lumbar fue el que mató al hombre de 44 años que sólo quería aplacar los ánimos.

Maximiliano Rihl había llegado desde Ezeiza especialmente para el evento de cumpleaños de Ríos. Tras el ataque, fue trasladado en una camioneta particular, escoltada por autos policiales, quienes lo llevaron hasta un hospital, aunque no pudieron salvarle la vida.