La carrera del hidrógeno verde

Río Negro largó primero y Tierra del Fuego apuesta al régimen promocional para producir hidrógeno verde

Se considera clave para la transición energética global. Su importancia aumentó por la crisis energética a causa de la invasión de Rusia a Ucrania. Qué falta y qué traba el proceso de inversión

La apuesta a la electrificación y la electromovilidad, con la automotriz Tesla como caso de alta visibilidad, impulsó la inversión en la extracción de minerales clave, como níquel, cobalto, grafito y litio, desarrollo a priori favorable a la Argentina, que conforma con Chile y Bolivia un “triángulo de litio” que en la Argentina abarca Catamarca, Jujuy y Salta.

La otra, tecnológicamente más desafiante pero a priori más “limpia”, es al hidrógeno, el gas más abundante del universo, pero unido a otros elementos en estados líquidos, gases o sólidos. Su principal ventaja es que su combustión produce agua y es un vector de energía, y sus desafíos, que requiere energía para su separación, además de resolver la logística de almacenaje y transporte.

Lo cierto es que países técnicamente avanzados, como Alemania, Japón y Corea del Sur están interesados en producir hidrógeno en la Argentina a partir de fuentes renovables como la eólica (los vientos de la Patagonia) y la solar (provincias del NOA). De ahí lo de “Hidrógeno Verde”.

Con las provincias del norte enfocadas en la explotación del litio, el sur picó en punta por el Hidrógeno, y Río Negro primereó entre las patagónicas: el primer paso de su arquitectura legal data de 2003, cuando sancionó la ley provincial 3.796 que declaró “de interés provincial toda actividad que se desarrolle para la obtención de hidrógeno para su uso como combustible”, dispuso una partida presupuestaria para financiar “estudios, implementación y uso progresivo del hidrógeno a través de convenios con el Invap y otros organismos” e instituyó un premio “al aporte al desarrollo del hidrógeno como combustible, en el ámbito científico y técnico”.

En agosto 2021, además, la gobernadora Arabela Carreras firmó un “Acuerdo Marco” sobre Hidrógeno Verde con el entonces ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, y el exrugbier Agustin Pichot en representación de Fortescue, una empresa australiana. Esta presentó un proyecto de “Iniciativa Privada” que la legislatura provincial convirtió en la ley 3.494.

Y en noviembre último, después de anuncios de Fortescue en la Cumbre del Clima en Glasgow, de una potencial inversión de USD 8.400 millones que el presidente Alberto Fernández y el canciller Santiago Cafiero celebraron como hecho, Carreras firmó el decreto 1433 de “cesión” de 625.000 hectáreas de tierra para el proyecto de la firma australiana.

Actualmente la empresa está haciendo todo tipo de estudios, desde el izamiento de mástiles para medir vientos y definir la exacta ubicación de los parques eólicos, hasta la localización y diseño del puerto de salida y la ingeniería de producción y transporte. Antes de elegir Río Negro, Fortescue había recorrido varias provincias, dijo el funcionario provincial. Lo que ahora falta, agregó, es una ley nacional que brinde un marco y seguridad jurídica a la inversión en el sector. La venía trabajando, con gran reserva, el exministro Kulfas. Un allegado al tema dijo a Infobae que el nuevo ministro, Daniel Scioli, ya señaló que avanzará con el proyecto.

Más al sur, Tierra del Fuego levantó la mano a partir de sus vientos y su comodín financiero, el régimen de promoción fueguino, sancionado en 1972 (ley 19.640 y normas complementarias, que el actual gobierno nacional prorrogó hasta 2038). La exención a “industrias” de los impuestos al Valor Agregado, Ganancias y Aranceles de Importación es una ventaja que la estadounidense MMEX dio por hecha cuando recientemente anunció una inversión de USD 500 millones para construir un campo eólico de hasta 300 MW y una planta de electrólisis para producir 55 toneladas de hidrógeno verde por día, 100% para exportación.