Escala el conflicto entre Rusia y Lituania por el bloqueo de Kaliningrado

Para hacer cumplir las sanciones de la UE, Lituania ha restringido el tráfico de mercancías al exclave ruso de Kaliningrado. Moscú amenaza ahora a los mandatarios de Riga con "graves consecuencias".

Quien viaja de Moscú a Kaliningrado en tren tiene que mostrar su pasaporte en tres fronteras estatales: la rusa, la bielorrusa y la lituana. Bielorrusia y Lituania se encuentran entre Rusia y el exclave de Kaliningrado. Pero mientras Bielorrusia sigue dejando pasar todos los trenes rusos, Lituania ha prohibido recientemente el paso de trenes rusos con mercancías a bordo, cuya exportación a Rusia está prohibida.

Para el ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis, se trata de una aplicación lógica y sobre todo legal del sexto paquete de sanciones de la UE contra Rusia. Para los políticos rusos, en cambio, la medida de Lituania es un bloqueo hostil a la población de la región de Kaliningrado, con el que el país comunitario viola las normas internacionales sobre el transporte de mercancías e incluso los derechos humanos.

Se trata de trenes de mercancías cargados de carbón, metales, cemento, madera y otros materiales de construcción, todas ellas mercancías sancionadas por la UE para su exportación a Rusia en el curso de la guerra de agresión rusa contra Ucrania. El gobernador de Kaliningrado, Anton Alikhanov, se queja de que el bloqueo afecta al cincuenta por ciento de todos los transportes de mercancías a Kaliningrado.

El jefe del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, que se desplazó a toda prisa desde Moscú al exclave ruso, aseguró que Rusia respondería a «tales acciones hostiles.Las medidas adecuadas se elaborarán en todos los departamentos y se aplicarán rápidamente». Estas medidas tendrían un «grave impacto negativo en la población de Lituania», dijo, según una agencia de noticias rusa.

La portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, también amenazó con que Rusia se reservaría el derecho a «defender sus intereses nacionales» si el tráfico de mercancías no se reanudaba por completo en unos días. Ni Patrushev ni Zakharova fueron más específicos.

En Lituania, las críticas de Rusia a la prohibición parcial de tránsito son recibidas con incomprensión. En una entrevista con DW, Gintautas Bartkus, de la Universidad de Vilnius, señala el deber de todos los países de la UE de hacer todo lo posible para aplicar las sanciones del conglomerado. No se trata de un bloqueo de la región de Kaliningrado, porque no se impide la entrada de todos los trenes de mercancías. Además, los trenes de pasajeros podrían seguir pasando sin problemas. Bartkus admite que «las sanciones se utilizan para garantizar que el país contra el que se emplean sienta el mayor número posible de consecuencias negativas».