Los sacerdotes de Salta apoyaron al arzobispo denunciado por violencia de género

Al mismo tiempo, una ONG convoco a un abrazo simbólico al monasterio carmelita de San Bernardo, de donde son las religiosas denunciantes.

El conflicto entre el arzobispo de Salta, Mario Cargnello, y las monja del monasterio carmelita San Bernardo de la capital provincial, que tiene como eje la vigorosa devoción a la llamada Virgen del Cerro, sigue creciendo. Ahora, los sacerdotes de la diócesis salieron a respaldar a Cargnello, denunciado por las religiosas por violencia de género, mientras que una ONG feminista convocó para un abrazo el martes próximo, día en que el arzobispo debe hacer su descargo ante la Justicia.

El miércoles trascendió que antes de que las religiosas presentaran en el inicio de la Semana Santa la denuncia judicial a través de su priora y otra monja, el Vaticano le había advertido a la comunidad carmelita que debía observar la vida monástica y no involucrarse en practicas religiosas no autorizadas por el arzobispo. Fue una implícita referencia a la devoción a la Virgen del Cerro que Cargnello nunca aprobó, pero a la que las religiosas le dieron soporte jurídico.

La devoción comenzó a principios de la década del ’90 con los supuestos mensajes que la Virgen María le enviaría a la salteña María Livia, que comenzó a Imponer sus manos en un cerro en las afueras e la capital provincial, congregando rápidamente a muchos fieles. Las monjas -que como congregación están reconocidas por el Estado- integraron una fundación que recibió la donación del predio de un particular y también recibe las ayudas económicas.

El conflicto escaló durante 2020 con ocasión del velorio de una de las monjas del convento, fallecida por Covid, en el que se presentó el arzobispo. Al ver que sobre el féretro había una imagen de la Virgen del Cerro, la cambio por una de Jesús, situación que fue filmada por una religiosa, lo que habría provocado un forcejeo en el que supuestamente intervino un vicario de la catedral, Lucio Ajalla.

Posteriormente, el Vaticano inició una investigación y envió al obispo Martín Elizalde (jubilado de la diócesis bonaerense de 9 de Julio). Finalmente, las monjas no solo denunciaron a Cargnello por violencia de género (física, psicológica y económica), sino también a Elizalde y a Ajalla.

Los sacerdotes salteños afirman en su comunicado, citando la constitución dogmática Lumen Gentium: “Dice un documento de la Iglesia ‘en la persona de los obispos, a quienes asisten los presbíteros, el Señor Jesucristo, está presente en medio de los fieles”.

“El Presbiterio de Salta quiere, por la presente, manifestar su apoyo y adhesión a nuestro arzobispo, en estos momentos tan dolorosos que está pasando. Comprometemos nuestra oración y la de nuestras comunidades por su persona y el restablecimiento de la unidad dañada”, subraya.