Putin ordenó la deportación de miles de ucranianos a Rusia

Unas 15.000 personas fueron sacadas a la fuerza de la ciudad sitiada de Mariupol para ser llevados a campos de confinamiento en el territorio ruso

“Era una mañana de niebla. Pude ver una fila de soldados con abrigos largos. Y luego vinieron y dijeron: ‘Prepárense para ir…’. Y el maestro vino y dijo: ‘Por favor, no se lleven a los niños’. En 25 minutos, todo estaba hecho. Y nos llevaron en 11 camiones …”.

Este es el relato de uno de los sobrevivientes de la Operación Priboi, el nombre con que la KGB soviética denominó la deportación forzada de más de 40.000 hombres, mujeres y niños letones el 25 de marzo de 1949. De las tres repúblicas bálticas (Letonia, Estonia y Lituania) se llevaron más de medio millón de personas entre 1941 y 1952. Fueron “relocalizados” en poblaciones lejanas de Siberia. El mismo método de limpieza étnica y “rusificación” de las regiones que resistían la ocupación soviética. Más de 6 millones de personas fueron desplazadas en forma compulsiva en esos años por orden de Josef Stalin.

Ochenta años más tarde, Vladimir Putin está utilizando el mismo método para despoblar las zonas ucranianas que se quiere anexionar y ocupar esos territorios con eslavos adictos a su régimen. Esto es lo que está ocurriendo en este momento en Mariupol, la asediada ciudad ucraniana y puerto estratégico que las fuerzas rusas no pueden conquistar después de casi un mes y medio de bombardeos e incursiones infructuosas. Ante esto, los rusos comenzaron a realizar deportaciones masivas. Ya enviaron a diferentes zonas del territorio ruso a más de 15.000 ucranianos, la mayoría mujeres y chicos.

“El 15 de marzo, las tropas rusas irrumpieron en nuestro refugio antibombas y ordenaron a todas las mujeres y niños que salieran. No fue una elección”, contó a Amnistía Internacional una mujer que había estado escondida con su familia en un suburbio de Mariupol desde principios de marzo. “La gente tiene que saber la verdad, que los ucranianos están siendo trasladados a Rusia, el país que nos está ocupando”.

El alcalde de Mariupol denunció que las tropas rusas estaban subiendo en camiones a miles de personas para trasladarlas a un “campo de filtración” donde son interrogados durante horas por agentes de inteligencia y luego enviadas a diferentes localidades en Rusia, algunas a pueblos muy lejanos de Siberia. La empresa satelital Maxar logró tomar una imagen de un enorme campamento que los ocupantes levantaron en la villa de Benzimenne, a unos pocos kilómetros del puerto de Mariupol, donde son confinados los deportados antes se su traslado final. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó que esto estuviera sucediendo diciendo que “son todas mentiras”. Aunque otros funcionarios rusos habían informado anteriormente que “420.000 personas han sido evacuadas voluntariamente a Rusia desde regiones peligrosas de Ucrania y las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk”.

La mujer que dio su testimonio a cambio de que no se revelara su nombre dijo que a ella y sus hijos pequeños los llevaron junto a otras 200 o 300 a la ciudad fronteriza de Novoazovsk, en los territorios controlados por Rusia en el este de Ucrania. “Una vez que llegamos a una parada, tuvimos que esperar durante horas dentro del autobús hasta que se nos ordenó pasar por un gran complejo de tiendas de campaña, que todos llamaban ‘campos de filtración’”, dijo. De acuerdo a informes oficiales de los enclaves separatistas de la región del Donbás, son 30 grandes tiendas que pueden albergar hasta 500 personas.

Rossiyskaya Gazeta, el periódico propiedad del gobierno ruso, informó que 5.000 ucranianos habían sido procesados en el campamento de Bezimenne y sometidos a controles para evitar que “los nacionalistas ucranianos se infiltren en Rusia disfrazados de refugiados para evitar el castigo”.